La relación íntima que Dios bendice. Proverbios 5:1

495 – Pr 5:15 – La relación íntima que Dios bendice. Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo.   En medio de la descripción de las artimañas de la mujer insensata y las consecuencias de asociarse con ella, el padre sabio presenta una alternativa que debe ser la norma para todo buen marido, la relación sexual solo con su esposa, dentro del matrimonio. Usa un lenguaje figurado, pero su significado es claro.   1. Bebe el agua de tu misma cisterna (Pr 5:15) Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo. El padre aconseja al hijo a contentarse con su propia esposa en vez de buscar satisfacción sexual de una adúltera. La cisterna y el pozo representan la sexualidad de la mujer o esposa. El imperativo de beber de su propia cisterna y de los raudales de tu propio pozo es una invitación a gozarse en la sexualidad del matrimonio. 2. No derrames tus fuentes por las calles (Pr 5:16-17) “¿Se derramarán tus fuentes por las calles, y tus corrientes de aguas por las plazas? Sean para ti solo, y no para los extraños contigo.” El que es infiel a su esposa, literalmente derrama sus fuentes por las calles. Con dos preguntas retóricas, el padre procura despertar la conciencia de su hijo, haciéndole ver que si busca el placer fuera de su casa, los extraños compartirán de sus fuentes o corrientes de agua. 3. Sea bendito tu manantial (Pr 5:18-19) “Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre.” El cuadro presentado en estos dos versos trata de lo sublime de la relación íntima del hombre y la mujer en el matrimonio. Es un acto placentero, contemplado y bendecido por Dios desde el comienzo del hogar. Hebreos 13:4a  lo resume bien: “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla”. Debe llevarse a cabo únicamente entre el hombre y la mujer de su juventud (Pr 5:18). Porque “A los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4b). La comparación de la esposa con animales hermosos y graciosos es algo común en la literatura (Pr 5:19). La cierva se describe como amada. La gacela (de la familia de los antílopes) se conoce por sus movimientos ligeros y brillante mirada. El esposo debe sentirse cautivado por el amor de su esposa, debe admirar su hermosura y expresar su amor con frecuencia. “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.” (Ef 5:33). Este pasaje corrige algunas ideas equivocadas acerca del sexo. Éste es un don precioso que Dios ha dado al esposo y la esposa. El creyente no debe pensar que es un mal cuando se disfruta dentro del matrimonio. Se debe disfrutar, y ni el esposo ni la esposa debe privar a su cónyuge. Pablo enseña “pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. “(1Co 7:2-4). 4. Fieles para toda la vida. (Pr 5:18-19) “alégrate con la mujer de tu juventud” La frase la mujer de tu juventud refleja dos conceptos. En primer lugar, el padre está diciendo al hijo que debe mantenerse fiel a su esposa, tomando el tiempo para gozarse con ella. “Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre.” Enseña que la Biblia no acepta el divorcio “Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio [divorcio], y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.“ (Mal 2:16). Jesucristo enseña “¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos,