La provisión de la sabiduría. Proverbios 9:1-2

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

500 – Pr 9:1-2 – La provisión de la sabiduría. La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas. Mató sus víctimas, mezcló su vino, y puso su mesa.   La provisión de la sabiduría aquí indicada es séptuple. Veamos estas provisiones: 1. LA CASA (Pr 9:1a). “La sabiduría edificó su casa”. Es una casa de refugio, y un lugar de comunión santa y celestial. Es grande, y en todos los aspectos idónea para su gran propósito, y perfectamente concordante con el carácter de quien la construyó. Es una casa donde habita el alma del pecador que viene a vivir en Cristo “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”. (Ef 2:19-22). “vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.“ (1Pe 2:5). 2. LAS COLUMNAS (Pr 9:1b). “La sabiduría labró sus siete columnas”. Las columnas indican fuerza y estabilidad. El numero Siete significa absoluto, plenitud, perfecto. Este edificio está sustentado por aquello que es de carácter perfecto, pleno, absoluto, Jesucristo. Aquí tenemos siete columnas que pertenecen a este edificio espiritual: El Señor Dios: (1) “Misericordioso”; (2) “Piadoso”; (3) “Tardo para la ira”; (4) “Grande en misericordia y verdad”; (5) “Que guarda misericordia a millares”; (6) “Que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado”; (7) “Que de ningún modo tendrá por inocente al malvado” (Justicia). Éx 34:6. Las doctrinas de Jesucristo son columnas de verdad, y tan estables como los atributos de Dios. 3. LOS SACRIFICIOS (Pr 9:2). “Mató sus víctimas”. La sabiduría ha hecho sus sacrificios. Solo se podía lograr una amplia provisión mediante el derramamiento de sangre, la entrega de una vida inocente. Dios amó de tal manera al mundo, que dio a su Hijo. (Jn 3:16). El Señor quiso quebrantarlo. Sujetarlo a padecimientos (He 5:7-9). En este sacrificio tenemos el derramamiento del amor y de la vida de Dios (Ro 5:8; 1Jn 4:10). La SABIDURÍA lo ha hecho, aunque en su ignorancia y soberbia intelectual el hombre proteste contra ello. “pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios” (He 10:12). 4. EL VINO (Pr 9:2b). “La sabiduría mezcló su vino.” Éste no es vino mundano ni una mixtura mundana. Es el vino de la misma Sabiduría, y la mixtura de la misma Sabiduría. El vino es puro, puras son las especias, la mixtura es la más rica que almas sedientes y fatigadas puedan jamás beber. El vino de gozo de Cristo es mezclado para que sea apropiado a cada caso individual. Es siempre una mixtura sana. El vino mezclado por la sabiduría del mundo solo puede traer “ay, dolor, rencillas, quejas, heridas, ojos turbios” (Pr 23:29-30). El Señor tiene una mixtura distinta para una clase diferente de personas, para los impíos vino fermentado “Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, lleno de mistura; y ÉL derrama del mismo; hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra.” (Sal 75:8). 5. LA MESA (Pr 9:2c). “La sabiduría puso su mesa”. La sabiduría de Dios ha puesto sobre la mesa de su gracia todas las bendiciones necesarias. Su mesa está bien provista. “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. (Fil 4:19). Cristo invita a la mesa “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. (Jn 6:35). 6. LOS SIERVOS (Pr 9:3a). “La sabiduría envió sus criadas”. La sabiduría tiene sus propios siervos, los heraldos, maestros, predicadores de su gracia