¿Generoso o codicioso? Proverbios 11:24-25
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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505 - Pr 11:24-25 – ¿Generoso o codicioso? Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado. El mundo dice que se guarde todo lo posible, pero Dios bendice a los que dan con liberalidad de sus posesiones, tiempo y energías. Cuando damos, Dios nos suple cada vez más para que demos más. También, dar nos ayuda a obtener una buena perspectiva de nuestras posesiones. Para comenzar, nos damos cuenta de que nunca fueron realmente nuestras, sino que Dios nos las dio a fin de utilizarlas en ayudar a otros. ¿Qué obtenemos entonces al dar a otros? Libertad de la esclavitud de nuestras posesiones, el gozo de ayudar a los demás y la aprobación de Dios. La generosidad hace prosperar a la gente en lo espiritual y material; la tacañería, la codicia la empobrece. Es una promesa irónica: el que no extiende la mano al necesitado llega a ser aquel que extiende la mano porque va a padecer escasez. Por lo tanto, “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hch 20:35). 1. La bendición de dar (Pr 11:24-26). “Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado.” (Pr 11:24-25). Al dar con liberalidad, una persona tiene abundancia, lo cual es una aparente paradoja “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. “ (2Co 9:6). Por otro lado, el que es tacaño y que no ayuda a los demás, estará siempre en necesidad “Se apresura a ser rico el avaro, y no sabe que le ha de venir pobreza. “ (Pr 28:22). Cuando alguien tiene un alma generosa prospera y recibe ayuda de otros. “A su alma hace bien el hombre misericordioso; mas el cruel se atormenta a sí mismo. “ (Pr 11:17). “Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende. “ (Pr 11:26). El grano en una sociedad agrícola como aquella, era un medio principal de intercambio; así que, acapararlo afectaría drásticamente los precios. Pero el que vendía sus granos y no los retenía, era una bendición para los demás. El hombre generoso, y la mujer generosa pueden tener la seguridad de que su generosidad no va a perjudicarlos. Al contrario, la generosidad apropiada aumenta el valor de sus bienes. La mujer virtuosa de Proverbios es generosa y a la vez próspera, siendo un ejemplo de este versículo “Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso. “(Pr 31:20). La madre de Lemuel espera que su hijo, el rey, sea un ejemplo también de la generosidad del derecho hacia el pobre. Jesucristo advierte “Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís. Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. “(Mr 4:24-25). 2. La bendición para el que procura el bien de los demás (Pr 11:27-31). “El que procura el bien buscará favor; mas al que busca el mal, éste le vendrá. “ (Pr 11:27). Si una persona busca, procura el bien en las cosas y para otros, recibirá el favor. Pero si una persona busca el mal (problemas o tragedias) para los demás, le caerá a él mismo. “El que confía en sus riquezas caerá; mas los justos reverdecerán como ramas.“ (Pr 11:28). El codicioso, que tiene amor al dinero, caerá ya que no procura ayudar a otros. “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. “ (1Ti 6:9-10). El apóstol Pablo advierte “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo,