Familias bendecidas por Dios. Salmos 128:1-2

456 – Sal 128:1-2 – Familias bendecidas por Dios. Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien.   Junto con el Salmo 127, este Salmo enfatiza la familia donde la piedad trae estabilidad y paz. Hay una progresión del individuo a la familia y a la nación. Se desarrolla una idea semejante a la del Salmo 112. Lutero llamó a este Salmo una canción de bodas para bendecir al matrimonio. El salmista escribe en este salmo que una buena vida familiar es una recompensa por seguir a Dios. Los valores subrayados en la Palabra de Dios incluyen amor, servicio, honestidad, integridad y oración. Estos ayudan en todas las relaciones y son vitales para la vida de una familia. ¿Es celestial o turbulenta la vida en su casa? Leer y obedecer la Palabra de Dios es un buen comienzo para lograr el máximo de su familia.   1. El padre de familia bendecido (Sal 128:1-2). Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien. Se destacan tres características de la persona bendecida: teme a Dios, anda en sus caminos, y en todas las obras e sus manos le va bien. “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.” (Pr 9:10). Nos hace recordar el Salmo 1; Dios quiere que el ser humano sea feliz, que tenga trabajo y que disfrute de lo que gana. El padre de familia que teme, honra, agrada a Dios andando en sus caminos, es bienaventurado, muy feliz porque su recompensa será una familia bendecida por Dios “El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría;  y a la honra precede la humildad.” (Pr 15:33). “Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos.” (Is 3:10). “El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano.“ (Sal 92:12). 2. La familia bendecida (Sal 128:3-4). “Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como  plantas de olivo alrededor de tu mesa.” (Sal 128:3). Un hogar próspero espiritualmente, y feliz es una de las mayores bendiciones del ser humano. Su mujer será como la “La mujer sabia edifica su casa” (Pr 14:1). Como la “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal  Todos los días de su vida. (Pr 30:10-11).  “Tus hijos como  plantas de olivo alrededor de tu mesa “, aquí los hijos se comparan con brotes de olivo, plantas de olivo, renuevos que crecen de la raíz principal de un olivo para reproducir, son como las saetas, flechas en el Sal 127:4. El olivo es símbolo de vitalidad y permanencia (Sal 52:8). “He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová.” (Sal 128:4). Una de las bendiciones de Dios, para el padre de familia que teme, honra, agrada a Dios, es el resultado de una familia prospera espiritualmente que produce el buen fruto del Espíritu Santo “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gá 5:22-23). Esto traerá una armonía, equlilibrio, estabilidad, paz, crecimiento espiritual y material en la familia para toda la vida. “Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio” (Sal 144:12). “Camina en su integridad el justo; sus hijos son dichosos después de él.“ (Pr 20:7). 3. Todo el pueblo bendecido (Sal 128:5-6). “Bendígate Jehová desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.” En la visión del AT no se puede separar la bendición de padre y de la familia, de la bendición de todo el pueblo de Dios. El Shalom, paz incluye el bienestar de los tres y de todos en relación armoniosa. “Considera al íntegro, y mira al justo; porque hay un final dichoso para el hombre de paz.“ (Sal 37:37).