992 - Salmos. Sembremos la preciosa semilla. Sal 126:5-6

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

992 – Sal 126:5-6 – Salmos. Sembremos la preciosa semilla. Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas. La capacidad de Dios para restaurar la vida va más allá de nuestro entendimiento. Los huesos rotos sanan. Aun la angustia no es una condición permanente. Nuestras lágrimas pueden ser semillas que produzcan una cosecha de gozo debido a que Dios puede sacar algo bueno de una dificultad. Cuando la tristeza lo abrume, sepa que sus momentos de angustia terminarán pronto, no son eternos, y que una vez más encontrará el gozo de Dios. Debemos tener paciencia cuando esperamos. ¡Ya viene la gran cosecha de alegría de Dios! “Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.” (Sal 30:5). “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.” (Ro 8:18) 1. El gozo de la restauración (Sal 126:1-3). “Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan.”(Sal 126:1). Usa el símil del sueño para recordar el gozo pasado. Los cantos de ascenso gradual se cantaban cuando los Israelitas subían a Jerusalén para adorar a Dios. Cuando el pueblo recuerda y alaba a Dios por las grandes cosas que ha hecho en su vida, siempre le da gozo y aumenta su fe. Era tan grande lo que Dios hacía que parecía que soñábamos. Cuando nos convertimos al Señor estuvimos llenos de gozo, nos libró del cautiverio del pecado. Queríamos que todo el mundo tuviera ese gozo. “Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.” (Sal 126:2). Risa, alegría, y alabanza. Cuando es evidente la obra de Dios, le trae gozo al pueblo de Dios y asombro a los inconversos. “Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres.” (Sal 126:3). ¡Grandes cosas ha hecho...!. El resultado de haber sido liberado del cautiverio del pecado es que: estaremos alegres. “Mi fortaleza y mi cántico es JAH, y Él me ha sido por salvación. Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; la diestra de Jehová hace proezas.” (Sal 118:14-15). “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.” (Sal 27:13-14). 2. Súplica, oración por la continuación de la obra (Sal 126:4). “Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, como los arroyos del Neguev.” El pueblo clama por más restauración. Para que sean todos liberados. Usa una figura literaria (símil) de su propio contexto: Los arroyos allí están muy secos la mayor parte del año; pero cuando viene una lluvia o tiempo de invierno, de repente se llenan de agua. Piden que Dios cambie la situación tan rápido como cambian esos arroyos secos cuando viene una tormenta. El gozo es cosa del pasado, las lágrimas dominan el presente. Habrá cantos de alegría, pero únicamente cuando se haya completado los trabajos, la tarea de sembrar y lo sembrado haya madurado y esté listo para la cosecha. Aquí nos encontramos en el plan perfecto de Dios para todas las cosas. 3. Sembrando con lágrimas, cosechando con regocijo (Sal 126:5-6). “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; más volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.” En la Escritura, las lágrimas desempeñan un papel único en el crecimiento espiritual. Aquí descubrimos que cuando se siembra con lágrimas, no sólo se recogerá una cosecha espiritual, sino que ello dejará un espíritu de regocijo en el sembrador. Hay lágrimas de pena o sufrimiento (2Re 20:5); Lágrimas de gozo (Gn 33:4); Lágrimas de compasión (Juan 11:35); Lágrimas de desesperación (Ester 4:1,3); Lágrimas de agonía,