987 - Salmos. Dios, nuestro gusrdador, siempre. Sal 121:1-2

987 – Sal 121:1-2 – Salmos. Dios, nuestro guardador, siempre. Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. Algunos llaman el Salmo 121, el Salmo del Viajero; porque el salmista parece estar lejos de casa, expuesto a los peligros del viaje. Sobresale el tema de la protección de Dios, no sólo cuando uno viaja sino en todas las ocupaciones de la vida. En este salmo aparece seis veces el verbo “guardar”. Los peligros son desconocidos, pero la seguridad es incuestionable. Este cántico expresa la seguridad y la esperanza en la protección de Dios de día y de noche. También sobresale el énfasis en quién es Dios; es Dios de la creación (vv. 1-2), Dios de la historia de su pueblo (vv. 3-4), y de cada miembro de su pueblo (vv. 5-6), Dios que nos cuida para siempre (vv. 7-8). Tal Dios merece toda la confianza; la fe, en gran medida, depende de la visión que uno tiene de Él. Dios no solo hizo los montes, sino también los cielos y la tierra, todo el universo. Nunca debemos confiar en un poder menor al de Dios. El no solo es Todopoderoso, sino también vela por nosotros. Nada lo desvía ni disuade, Dios es el soberano eterno. Estamos seguros. Nunca dejaremos de necesitar el incansable cuidado de Dios sobre nuestras vidas. Somos peregrinos, advenedizos [residentes temporales, forasteros] en esta tierra y mientras pasamos por ella Dios tiene cuidado de nosotros. I. Su capacidad para guardar. C1. Dios Todopoderoso. “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.” (Sal 121:1-2). Necesitamos “socorro”, “ayuda”, poderosa y continua. Esta ayuda no viene de falsas religiones, ni de tradiciones, ni dioses hechos por mano de hombres; solamente viene de Jehová. “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende.” (Sal 34:7). El Señor es el que hizo los cielos y la tierra: todo peligro surge y todo viaje se hace en su mundo donde Dios gobierna como soberano.“ (Sal 91:11). C2. Dios siempre está consciente. “No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda.” (Sal 121:3). Dios guarda a sus hijos, su pueblo, a los que confían en Él. “Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra” (Sal 91:9-11) II. La manera en que Dios guarda. G1. Dios guarda de la OPRESIÓN (Sal 121:5-6). “Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.” (Sal 121:5). Por ser tu sombra no te cansarás “El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.” (Sal 121:6). “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” (Is 40:28-29). G2. Dios te guarda del MAL (Sal 121:7a). “Jehová te guardará de todo mal y de todo peligro. “Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada.” (Jer 20:11). G3. Dios guardará el ALMA (Sal 121:7b). “El guardará tu alma.” Dios no solo nos guarda de todos los peligros, males en nuestra vida cristiana, sino que guarda nuestra alma para ser revestida con un cuerpo glorificado para poder vivir con Él por la eternidad. “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.” (1Ts 5:23-24). G4. Dios te guarda mientras estás en tu rutina de tu ACTIVIDAD DIARIA. (Sal 121:8a). ”Jehová guardará tu salida y tu entrada”.