976 - Salmos. Qué pagaré a Dios por sus beneficios. Sal 116:12

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

976 – Sal 116:12 – Salmos. Qué pagaré a Dios por sus beneficios. ¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo? El salmista expresa su profunda gratitud porque Dios escuchó su oración, y le rescató del peligro de la muerte; probablemente de una grave enfermedad. Por lo tanto, el salmista expresa los beneficios de Dios para con él, y se pregunta cómo pagar a Dios, a lo cual responde; amándo, invocando a Dios, descansando en Él, predicando la palabra de Dios, ofreciendo diariamente alabanza y sacrificio vivo, santo agradable a Dios. Los que hemos sido salvados de la muerte espiritual también debemos cantar este salmo. I. ¿Cuáles son los beneficios de Dios para conmigo? Tenemos: B1. Un oído inclinado. “Él ha inclinado a mí su oído” (Sal 116:2). Dios no ha apartado su oído de mi voz, sino que, como un padre compasivo, ha inclinado la cabeza para escuchar el clamor de su hijo. ¡Qué maravilloso privilegio, tener el oído atento y compasivo de Dios! “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias” (Col 4:2). “echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros.” (1Pe 5:7). B2. Liberación de la muerte. “Me rodearon ligaduras de muerte” (Sal 116:3). “Tú has librado mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, y mis pies de resbalar” (Sal 116:8). Tenemos esta victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1Co 15:55-57) “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”(Ro 6:23). B3. Un tratamiento generoso. Jehová te ha procurado bienes ” Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, porque Jehová te ha hecho bien.” (Sal 116:7). De su propia plenitud y en gracia infinita ha suplido a todas tus necesidades. Cuando el hijo prodigo regreso a su casa su padre se regocijo, y dijo a sus siervos: “Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. (Lc 15:22-23). “Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen.” (Sal 103:13). B4. Libertad de la esclavitud. “Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervo, siervo tuyo soy, hijo de tu sierva; Tú has roto mis prisiones.” (Sal 116:16). Las prisiones, ligaduras del pecado, y la duda, del temor, han quedado desechas. Libertad para servir al gran Libertador con gratitud. “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.” (Ro 6:22) II. ¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo? 1. Le amaré “Amo a Jehová”(Sal 116:1). “Le amamos, porque Él nos amó primero.” (1Jn 4:19). Le daré los afectos de mi corazón por cuanto Él amó mi alma y la liberó de la fosa de la corrupción. “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.” (1Jn 5:3). 2. Le invocaré. Sí, “mientras viva” (Sal 116:2). Ésta es una manera muy expresiva de mostrar nuestra gratitud a DIOS. Cada día “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (He 4:16). 3. Reposaré en Él. “Vuelve, oh alma mía, a tu reposo.” (Sal 116:7). Mostraré mi confianza reposando mi alma completamente en Él. Jesucristo hace la gran invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. (Mt 11:28-29). 4. Andaré con Él (Sal 116:9). Ordenaré mi vida diaria en todos sus detalles como delante de sus ojos. “Que, librados de nuestros enemigos, sin temor