970 - Salmos. Jesucristo Rey y Sacerdote. Sal 110:1-2

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

970 – Sal 110:1-2 – Salmos. Jesucristo Rey y Sacerdote. Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder; domina en medio de tus enemigos. Este salmo contiene una de las más exaltadas porciones proféticas de las Escrituras que presentan a Jesucristo a la vez como rey santo y como majestuoso sumo sacerdote, algo que ningún monarca humano de Israel jamás experimentó. Junto con el Sal 118, es el salmo más citado en el NT (Mt 22:44; 26:64; Mr 12:36; 14:62; Lc 20:42-43; 22:69; Hch 2:34-35; He 1:13; 5:6; 7:17; 7:21; 10:13). A la vez que describe al Rey perfecto, el Sumo Sacerdote perfecto y el gobierno perfecto, el Sal 110:1-7 declara la función actual de Cristo en el cielo como el Salvador resucitado (Sal 110:1) y su futura función en la tierra como Monarca reinante (Sal 110:2-7). Este salmo es mesiánico y de contenido milenario. Jesucristo verifica su paternidad davídica. (Mt 22:43-44). Es uno de los salmos reales (Sal 45) y uno de los salmos mesiánicos (Sal 2). Es breve por su número de palabras, pero es grande, profundo en el significado de sus versos. El apóstol Pedro utilizó este salmo en su mensaje en Pentecostés para demostrar que Jesús, el Mesías, sentado a la diestra de Dios, es Señor sobre todos (Hch 2:32-35). I. Cristo el Rey (Sal 110:1-3). Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. (Sal 102:1). Jehová dijo es “Oráculo, profecia a mi señor”. Es una formula o expresión que se usa mucho en los profetas. Así, dice claramente que es una revelación de Dios. “A mi diestra” es una metáfora que le atribuye al invitado la misma dignidad del que le invita. Enseña que Jesucristo, Dios Hijo, segunda persona de la Trinidad, tiene la misma autoridad que el Dios Padre. “Estrado de tus pies” tiene su base en una costumbre antigua en que el rey victorioso ponía sus pies sobre los vencidos. Dios “según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.” (Ef 1:19-23). Así que, corramos la vida cristiana “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. “Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder; domina en medio de tus enemigos. (Sal 110:2). Profetiza el reino milenial de Cristo en la tierra (Ap 20:1-7; Dn 7:13-14; Sal 2:8-9). “Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad. Desde el seno de la aurora tienes tú el rocío de tu juventud.” (Sal 110:3). Profetiza que todo Israel aceptará a Jesucristo y será salvo en el inicio del milenio. El apóstol Pablo lo enseña diciendo “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad.” (Ro 11:25-26). La plenitud de los gentiles, significa que el último gobierno gentil es el anticristo, que será destruido con la segunda venida de Jesucristo a la tierra para reinar mil años con una iglesia, pueblo santo, sin mancha ni arruga (Ef 5:27). “Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en Él, pero viviremos con Él por el poder de Dios para con vosotros.” (2Co 13:4).