964 - Salmos. Adoremos al creador del universo. Sal 104:1-2

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

964 – Sal 104:1-2 – Salmos. Adoremos al Creador del universo. ¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios. La vitalidad de la poesía, la amplitud de su visión y la nitidez de detalles combinados para exaltar al Dios que hizo todo y sostiene todo hacen de este Salmo uno de los más usados. Su introducción y conclusión son semejantes a las del Salmo 103. Otros salmos de adoración al Creador son Sal 8, 96, 104, 139, 148 y secciones de Isaías y Job. El salmista reconoce la gran importancia de la doctrina bíblica de la creación. Era la base de la cosmovisión hebrea y su diferencia de los otros pueblos. Igualmente, hoy día, una cosmovisión bíblica basada en la enseñanza de Génesis marca el gran abismo entre el humanismo y lo que es pensar cristianamente. El salmo sigue aproximadamente en su curso el orden de la creación tal como se registra primero en Gn 1:1-31, pero concluye con una alusión a los acontecimientos del fin del tiempo que se registran en Ap 20 - 22. 1. Llamado a la adoración (Sal 104:1). “Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido; te has vestido de gloria y de magnificencia.” El salmista quiere agradar a Dios. Usa un imperativo (bendice) para destacar la decisión de adorar. Adoramos a un Dios personal que se goza en la comunión con nosotros. 2. El espacio celestial (Sal 104:2-4). Estos versos se aproximan a los dos primeros días de la creación (Gn 1:1-8). “El que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina,” (Sal 104:2). Primero Dios hizo la luz, se viste con luz, y es luz (1Jn 1:5); también es nuestra luz en sentido espiritual (Jn 8:12) . El salmista resalta la grandeza de Dios; él está encima de esta gran creación, y usa los elementos de la creación (la naturaleza) para cumplir sus propósitos. La Septuaginta, primera Biblia traducida del hebreo al griego, traduce el Sal 104:4 “El que hace a sus mensajeros (o ángeles) vientos (o espíritus), y sus ministros llama de fuego”, usado en He 1:7. 3. La tierra (seca) y las aguas (Sal 104:5-9). Ahora estamos en el tercer día de Gn 1:9-10; habla de estabilidad. El Sal 104: 9 alude al relato del diluvio en Génesis 7. ¡Qué consuelo es saber que Dios creó, controla y sustenta el universo! (Col 1:16-17). El salmista conocía y creía la promesa de Dios de no volver a destruir la tierra con agua (Gn 9:11). 4. Corrientes de aguas dulces (Sal 104:10-18). Continúa en el tercer día de la creación Gn 1:11-13. Dios crea la provisión para las necesidades de las criaturas. Con agua (Sal 104:10-13), vegetación (Sal 104:14), árboles y grano para alimento (Sal 104:15), árboles (Sal 104:16-17) y acantilados (Sal 104:18), el Creador provee a las necesidades básicas de su creación. Lo que se describe aquí es un resultado y una continuación de la anterior obra de Dios. Es un cuadro refrescante de paz y descanso. ¡Qué maravilloso es todo el sistema hidráulico que Dios creó y que usa para dar provisión a toda criatura! 5. El día y la noche (Sal 104:19-24). Esta sección se corresponde con el cuarto día de la creación en Gn 1:14-19. El período de operación de los depredadores (la noche) se contrasta con el tiempo de operación de los seres humanos (el día). El salmista exalta a Dios por esta armonía y estabilidad en la creación. El sol y la luna magnifican a Dios. 6. Dios, fuente de la vida (Sal 104:25-30). Los versos Sal 104:24-26 corresponde con el quinto día de la creación en Gn 1:20-23. Hasta ahora el salmista ha contemplado la tierra; ahora piensa en el mar y de nuevo exalta al Dios tan grande que hizo esa inmensidad. Pero no sólo la hizo sino también la controla ahora y la sostiene. Los versos del Sal 104:27-30 aluden al sexto día de la creación Gn 1:24-31 con la creación del ser humano. Toda la creación espera en el cuidado providencial de Dios. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Gn 1:27)