950 - Salmos. Enséñanos a entender la brevedad de la vida. Sal 90:12
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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950 – Sal 90:12 – Salmos. Enséñanos a entender la brevedad de la vida. Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Este primer Salmo en el Libro IV del Salterio (Salmos 90-106) se atribuye a Moisés. El sentido de esta magnífica oración es pedir a Dios misericordia sobre unos frágiles seres humanos. Moisés comienza el salmo con una reflexión sobre la eternidad de Dios, luego expresa sus sombríos pensamientos acerca de los dolores y de la brevedad de la vida en su relación con la ira de Dios, y concluye con un ruego de que Dios capacite a su pueblo para vivir una vida significativa. I. La alabanza de la eternidad de Dios (Sal 90:1-2). “Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.” La mente humana no alcanza la trascendencia ilimitada de Dios tanto en tiempo como en poder y en espacio. Este es el Dios que ha sido fiel en nuestra experiencia y a través de generaciones. “El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos;” (Dt 33:27). II. La fragilidad del hombre (Sal 90:3-11). “Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices: Convertíos, hijos de los hombres. Porque mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche. Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño, como la hierba que crece en la mañana. En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca.”(Sal 90:3-6). En comparación con el poder, eternidad, infinitud y grandeza de Dios, el hombre es un granito de arena, y asimismo en cuanto a durabilidad. Pero la gran cantidad de seres humanos no se da cuenta de lo frágil, pasajero, temporal que son porque están tan ocupados con los afanes de este mundo. Incluso algunos creyentes caen en este terreno de olvidar la brevedad de la vida del ser humano. “Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.” (Sal 90:10). “El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores, sale como una flor y es cortado, y huye como la sombra y no permanece.” (Job 14:1-2) III. Capacitanos para vivir una vida significativa (Sal 90:12-17). Oramos para vivir una vida con la sabiduría de Dios y pedimos por: O1. Instrucción. “Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría.”(Sal 90:12)NTV. La sabiduría es lo principal “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.” (Pr 4:7); aquellos a los que se les enseña a contar sus días de vida y servicio en Jesucristo en la tierra lo buscarán, y los que son sabios redimen el tiempo andando como hijos de luz (Ef 5:8). O2. Restauración. “Vuélvete, oh Jehová, ¿hasta cuándo?” (Sal 90:13). Si has perdido la comunión con Dios, te animamos a ser restaurado. El Señor está listo para volver en auxilio de sus siervos “cuando vea que su fuerza se agotó” (Dt 32:36), y que no hay nadie que ayude. La restauración de su presencia es la restauración del alma. O3. Satisfacción. “De mañana sácianos de tu misericordia” (Sal 90:14). Su misericordia nos puede satisfacer, y vendrá pronto cuando haya un verdadero arrepentimiento delante de Dios. Sus misericordias no se han agotado. Su propósito es satisfacer (Sal 36:7-8). O4. Compensación. “Alégranos conforme a los días que nos afligiste” (Sal 90:15). Ésta es una atrevida petición, pero el brazo fuerte para golpear es igualmente fuerte para salvar. La larga noche de la prueba resultará de cierto en un largo día de triunfo. “Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.”(Sal 30:5). O5. Manifestación. “Manifiéstese a tus siervos tu obra… y tu gloria” (Sal 90:16) VM.