943 - Salmos. Oh Dios, no guardes silencio. Sal 83:1-2

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

943 – Sal 83:1-2 – Salmos. Oh Dios, no guardes silencio. Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto. Porque he aquí que rugen tus enemigos, y los que te aborrecen alzan cabeza. Este Salmo nos muestra que cuando nos atacan los enemigos debemos recurrir a Dios en oración. Indica que en la crisis el único recurso es la oración. Su oración intercesora demuestra dos temas importantes: las grandes victorias de tiempos pasados y el deseo de la gloria de Dios. Este último deseo dirige a una visión misionera; el salmista no sólo desea la victoria, sino que estas naciones reconozcan a Jehová como Señor. “Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.” (Is 59:19). 1. Descripción de la crisis (Sal 83:1-8) “Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto.Porque he aquí que rugen tus enemigos, y los que te aborrecen alzan cabeza. Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,y han entrado en consejo contra tus protegidos.” (Sal 83:1-3). El salmista empieza con un clamor de urgencia, pidiendo que Dios no quede inactivo, en silencio. Los que atacan al pueblo son enemigos de Dios y tratan de destruir lo que pertenece a Él; de modo que Dios debe hacer algo. Los enemigos usan el engaño: astutamente quiere decir, “secretamente”. Seamos sobrios y estemos alerta “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones”. (2Co 2:11). Los enemigos del pueblo de Dios “Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel. Porque se confabulan de corazón a una, contra ti han hecho alianza” (Sal 83:4-5). El salmista habla de conspiración. A través de la historia, la consigna Venid y destruyámoslos ha caracterizado a los enemigos de Dios. Desde la primera mención de Israel en textos extrabíblicos, en la Estela de Mernefta o Estela de Israel (1210 a. de J.C.), hasta las artimañas diabólicas de Hitler, han intentado hacer desaparecer al pueblo de Israel de la faz de la tierra y se han jactado de haberlo hecho. En el Sal 83:6-8 el salmista menciona diez naciones enemigas del pueblo de Dios. Los enemigos a menudo pelean entre sí, pero su común odio contra el pueblo de Dios les hace trabajar unidos. “Y la serpiente [Satanás] arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón [Satanás] había echado de su boca. Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. “(Ap 12:15-17). Aunque les duela a algunos, el pueblo de Israel, escogido por Dios, permanecerá, no podrá ser destruido por el enemigo. “He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad. Y haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel, y los restableceré como al principio.” (Jer 33:6-7). Israel permanecerá aun durante los siete años de la tribulación donde será perseguido por el último dictador humano poseído con todo el poder de Satanas, el anticristo. “Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia [el anticirsto] fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.” (Ap 19:19-20). 2. Petición de juicio (Sal 83:9-18) En el Sal 83:9-11 El salmista empieza esta sección recordando las grandes hazañas que Dios hizo