942 - Salmos. Librad al afligido y necesitado. Sal 82:3-4

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

942 – Sal 82:3-4 – Salmos. Librad al afligido y al necesitado. Defended al débil y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso. Librad al afligido y al necesitado; libradlo de mano de los impíos. El Salmo destaca varios temas importantes: la soberanía de Dios, su delegación de autoridad, el problema de la injusticia y el propósito de Dios de que haya justicia. Este salmo, como el Sal 2 y el Sal 58, se concentra en las injusticias de la tiranía. El salmista describe a Dios en pie en la asamblea de los gobernantes humanos, a los que Él ha delegado autoridad, y condenando las injusticias de ellos. La oración final del salmista (Sal 82:8) es que el mismo Dios asuma directamente el control sobre los asuntos de este mundo. Algunos comentaristas sugieren que el salmista hablaba de seres espirituales (dioses), porque en su tiempo los judíos todavía creían así; pero más tarde esa creencia fue rechazada y los judíos adoptaron la interpretación de “jueces”. Otra posible explicación sería que el salmista usó algún poema cananeo, que contenía tal enseñanza, y que lo adaptó y lo usó en sentido de jueces. Aunque el salmista haya usado, en forma literaria, tal lenguaje, es mejor pensar que el mismo salmista tenía en mente los jueces como responsables delante de Dios por la justicia en la tierra. En Jn 10:34-36, Jesús usó este pasaje para defender sus declaraciones de ser Dios. Su argumento era como sigue: Si Dios llamó a hombres comunes "dioses", ¿por qué era una blasfemia que El, el verdadero Hijo de Dios, se declarara igual a Dios? 1. Dios, el juez supremo (Sal 82:1). Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga. Está de pie indica la posición de un juez cuando dicta la sentencia. Los libros proféticos contienen mucho lenguaje jurídico; varios salmos también usan términos de la corte. El salmista imagina una asamblea y usa una forma literaria semejante al que usaron los cananeos para hablar de sus dioses, aunque aquí el salmista está para dar dictamen contra los jueces corruptos en Israel. “Pero, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque ante ti he expuesto mi causa.” (Jer 11:20) 2. Llamado a los jueces corruptos (Sal 82:2-4). ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, y aceptaréis las personas de los impíos? (Sal 82:2). El contenido del Salmo es semejante al Sal 58. Los jueces creían que tenían todo el poder, pero este Salmo muestra que Dios es soberano, él juzga a los jueces humanos. Lo que molesta a Dios es la injusticia y la distinción de personas. “Defended al débil y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso. Librad al afligido y al necesitado; libradlo de mano de los impíos.” (Sal 82:3-4). A través de la Biblia se hace hincapié en la necesidad de dar atención especial a los desvalidos. “Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.” (Stg 2:8-9). 3. Juicio sobre los jueces injustos (Sal 82:5-7) “No saben, no entienden, andan en tinieblas; tiemblan todos los cimientos de la tierra.”(Sal 82:5). Explica la condición de los que son mal gobernados. Son presos de la situación sin ver cómo salir de ella. “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.” (Os 4:6). “Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo” (Sal 82:6). Dios delegó autoridad a los gobernadores humanos, pero ellos se pusieron soberbios. Se creen poderosos, pero están sujetos al juicio de Dios. Él tiene que recordarles que son mortales, morirán como cualquier humano. “pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis.” (Sal 82:7).