935 - Salmos. La copa del juicio de Dios. Sal 75:8
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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935 – Sal 75:8 – Salmos. La copa del juicio de Dios. Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, lleno de mistura; y Él derrama del mismo; hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra. En este salmo, la comunidad creyente afirma, que a pesar de la perturbación física, moral y social, Dios nunca pierde el control del universo. Él da estabilidad a la vida terrenal, y Él juzgará a los malos a su debido tiempo. El salmo gira en torno a tres metáforas: las columnas de la tierra (Sal 75:3), cuernos o “poder” (Sal 75:5-6, 10) y el cáliz de la ira de Dios (Sal 75:8). El enfoque principal es una enseñanza sobre Dios como juez universal y el día de juicio. Es un salmo que presenta exhortación profética; celebra el justo juicio de Dios. Para el impío es una amenaza y una advertencia; para el creyente es una promesa y le da esperanza. 1. Alabanza (Sal 75:1) “Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos, pues cercano está tu nombre; los hombres cuentan tus maravillas”. El Salmo presenta un mensaje profético, pero empieza con una alabanza a Dios por las maravillas que ha hecho. La frase cercano está tu nombre señala dos enseñanzas importantes. La primera es la cercanía de Dios, su presencia. Aunque Dios creó todo este vasto universo, también está cercano a los que le buscan. “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Col 1:27). Su nombre quiere decir su persona, su esencia. El nombre de Dios revela su carácter (Ex 34:14; Jer 33:2; Amo 5:8; 9:6). Es el objeto de nuestro amor (Sal 69:36), temor (Sal 61:6) y alabanza (Sal 18:49; 1Cr 16:10). El nombre de Jehová significa su presencia en el lugar de adoración (Ex 20:24; Dt 12:5,11). “Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.” (Éx 34:14). “Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre” (Jer 33:2). 2. Anuncio del juicio (Sal 75:2-5). “Al tiempo que señalaré Yo juzgaré rectamente.”(Sal 75:2). Dios decide cuándo es tiempo de juzgar a una persona, o a una nación, o a todo el mundo. Dios no sólo escoge el tiempo correcto, sino también juzga con rectitud. A veces, como sucedió con Habacuc, no entendemos ni el cuándo ni la manera en que Dios juzga, pero sabemos que el juicio de todo el mundo vendrá en el tiempo justo y se hará con perfecta justicia. “Se arruinaban la tierra y sus moradores; Yo sostengo sus columnas.”(Sal 75:3). El salmista usa una metáfora del terremoto, se tambalea todo; el contexto indicaría que tanto la tierra como el orden moral están en crisis. “Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.” (Is 24:20). Pero, Dios pone los límites, él sostendrá sus columnas. Columnas se refiere al fundamento de la tierra. El salmista quiere mostrar que Dios también es la base de la estabilidad del orden moral de la sociedad. “Dije a los insensatos: No os infatuéis; y a los impíos: No os enorgullezcáis; No hagáis alarde de vuestro poder; no habléis con cerviz erguida.”(Sal 75:4-5). Dios mismo advierte contra el orgullo, pues es el orgullo el que estorba la obra de Dios. A través de toda la Biblia el orgullo es la fuente de todos los pecados. “Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos, son pecado.”(Pr 21:4) 3. Exhortación profética (Sal 75:6-8). “Mas Dios es el juez; a éste humilla, y a aquél enaltece.”(Sal 75:7). Dios es el juez, es Él el que abate y es Él el que exalta. Cuando Dios decide juzgar nadie puede escapar. “Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, lleno de mistura; y Él derrama del mismo; hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra.”(Sal 75:8). La copa se usa como símbolo de la ira de Dios en muchos pasajes (Sal 11:6; Is 51:17; Jer 25:15, 27; 49:12; Hab 2:15-16; Zc 12:2; Ap 14:10; 16:19; 18:6).