919 - Salmos. Dios es mi defensa. Sal 59:16-17
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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919 – Sal 59:16-17 – Salmos. Dios es mi defensa. Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia. Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia. El trasfondo de este salmo es 1Sa 19:11. La esposa de David (hija de Saúl) lo ayudó a escapar por una ventana en medio de la noche. El salmista se encuentra en una crisis grave; pero sabe que el poder de Dios es mucho más grande que sus enemigos. El Salmo destaca el poder de Dios, su misericordia y la alabanza a Dios por ser nuestra defensa. “El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.” (Is 33:15-16). 1. Clamor por liberación de los enemigos (Sal 59:1-5). “Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que se levantan contra mí. Líbrame de los que cometen iniquidad, y sálvame de hombres sanguinarios.” (Sal 59:1-2). El salmista empieza clamando directamente por su liberación. Usa verbos imperativos, o equivalentes, en su clamor. Líbrame, ponme a salvo, sálvame, conlleva la idea de estar arriba, demasiado alto para ser capturado. Nos hace recordar lo que dice Ef 1:3, que en Cristo estamos en una posición en los lugares celestiales, posición desde la cual experimentamos la victoria contra los poderes enemigos malignos. “Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí poderosos. No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová” (Sal 59:3). Los ataques contra los siervos de Dios vienen porque el enemigo está enojado y pelea contra Dios. “Las palabras de los impíos son asechanzas para derramar sangre; mas la boca de los rectos los librará.”(Pr 12:6). “Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad.“ (Sal 59:5). Decir Despierta es una manera de pedir la intervención de Dios. Toda la Biblia enseña que Dios interviene en la historia humana, interviene en los asuntos de cada persona que clama a Él. Esta es la motivación de la oración; es la fe del salmista. 2. Los enemigos rabiosos. “Volverán a la tarde, ladrarán como perros, y rodearán la ciudad. He aquí proferirán con su boca; espadas hay en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye? (Sal 59:6-7). Las fuerzas malignas se comparan con perros que se apuran para atacar a sus víctimas. Profieren con su boca. No saben que Dios oye y que tendrán que rendir cuentas por cada palabra. Jesucristo advierte: ” Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.” (Mt 12:36-37). 3. El juicio de Dios (Sal 59:8-13). “Mas tú, Jehová, te reirás de ellos; te burlarás de todas las naciones.” (Sal 59:8). Te reirás de ellos indica el señorío y el poder de Dios. Abatir a estos enemigos, aunque sean muy fuertes, no será difícil para Dios “los turbará con su ira” (Sal 2:4-5). “A causa del poder del enemigo esperaré en ti, Porque Dios es mi defensa.” (Sal 59:9). Dios es mi defensa. Porque Dios es nuestra fortaleza y alto refugio por lo tanto podemos orar con confianza y salir adelante. “Torre fuerte es el nombre de Jehová; a Él correrá el justo, y será levantado.” (Pr 18:10). “No los mates, para que mi pueblo no olvide; Dispérsalos con tu poder, y abátelos, Oh Jehová, escudo nuestro.” (Sal 59:11). No los mates. Cuando Dios no destruye a los enemigos inmediatamente, no es que hayan escapado de su mano; Dios va derrotándolos paso a paso. Tenemos que ver la mano de Dios todos los días; si Dios los arrebata poco a poco, igual es su poder que lo hace.