897 - Salmos. La misericordia de Dios. Sal 36:1-2
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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897 – Sal 36:1-2 – Salmos. La misericordia de Dios. La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos. Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, de que su iniquidad no será hallada y aborrecida. El Sal 36:1-12 es semejante al Sal 14:1-7 en su descripción de la corrupción humana. Contrasta la maldad del impío con la bondad de Dios. El apóstol Pablo empleó el Sal 36:1 para resumir su lista de catorce acusaciones contra toda la raza humana en Ro 3:10-18. En este salmo se encuentran tres temas: 1) sabiduría, (Sal 36:1-4; Sal 2:1-12) alabanza, (Sal 36:5-9), y oración (Sal 36:10-12). En cuanto a la estructura global, las dos divisiones que hace David en el Sal 36:1-12 ejemplifican su continua búsqueda de equilibrio con respecto a las realidades de la maldad humana y de la benevolencia divina. División I. Deliberación sobre el carácter (Sal 36:1-9). A. Sus deliberaciones acerca de la infidelidad humana (Sal 36:1-4). La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos (Sal 36:1). No hay temor. Esto es lo contrario a la actitud que caracteriza a los verdaderos discípulos. Es decir, se lisonjea a sí mismo hasta tal punto que no puede comprender lo suficiente para aborrecer su propia iniquidad. (Sal 36:2). Aunque el apóstol Pablo cita solo el Sal 36:1 en Ro 3:18, las mismas categorías de pecaminosidad, sus características se revelan también en dicho contexto; vamos a compararlas: El carácter: Sal 36:2 “Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, de que su iniquidad no será hallada y aborrecida” comparémosla con Ro 3:10-12 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. Las comunicaciones: Sal 36:12 con Ro 3:13-14 Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; su boca está llena de maldición y de amargura. La conducta: Sal 36:3b-4 con Ro 3:15-17 Sus pies se apresuran para derramar sangre; quebranto y desventura hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz. B. Sus deliberaciones acerca de la fidelidad divina (Sal 36:5-9). “Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, Tu justicia es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo grande. Oh Jehová, al hombre y al animal conservas. Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes. (Sal 36:5-6). Misericordia, justicia y fidelidad son atributos de Dios inmensurables, infinitos, eternos que demuestran el carácter de Dios. ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. (Sal 36:7). Dios tiene cuidado de su pueblo, así como un ave tiene cuidado de sus polluelos. (Dt 32:11; Rut 2:12; Sal 17:8; 91:4). Jesucristo usó esta ilustración cuando dijo: ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! (Mt 23:37). Y luego dio el juicio contra Israel “He aquí vuestra casa os es dejada desierta.” (Mt 23:38). Los que son cuidados por el poder y la misericordia de Dios “Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás [refrescarás] del torrente de tus delicias.” (Sal 36:8). “Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.” (Sal 36:9). Dios es la fuente de la vida física y también de la espiritual. El Señor es la fuente y sustentador de toda luz y vida. “En Él [Jesús] estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” (Jn 1:4). Jesucristo afirma “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Jn 8:12). C. Cosas que el creyente tiene en abundancia (Sal 36:5-9). El salmista resalta en este pasaje la abundancia de Dios para el creyente: 1. Misericordia (Sal 36:5; Is 54:8; Ef 2:4). 2. Fidelidad (Sal 36:5; Lm 3:23;