884 - Salmos. El Pastor Omnipotente. Sal 23:1-2

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

884 – Sal 23:1-2 Salmos. El Pastor Omnipotente. Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.   Después del Salmo de la Cruz (Sal 22) viene el Salmo de la Vida y de plenitud de bendición (Sal 23). El camino de este peregrino es “como la luz de la aurora, que va creciendo más y más hasta llegar al día perfecto” (Pr 4:18). David, con un mensaje de fe, revela la comunión con Dios, y la fidelidad de Dios. 1. Una decisión.  Jehová es mi Pastor. (Sal 23:1a) ¿A quién sigue usted? ¿Quién dirige su vida? David hizo su elección, decisión personal acerca de quién iba a seguir. No iba a seguir su propio corazón ni los ciegos razonamientos de los hombres. Iba a reivindicar a Jehová como su Salvador y Guía, y no se avergonzaría de decirlo así. “Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas. [Jesucristo]” (1Pe 2:25). 2. Fe y confianza.  Nada me faltará (Sal 23:1b).  Si su pastor es la Tv, Internet, Redes Sociales, todo le faltará. Pero nada nos faltará al creer y permitir a Dios ser nuestro Pastor. “Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen.” (Sal 34:9). Los impíos, aunque fuertes, como: “Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien. (Sal 34:10).  “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” (Fil 4:19). 3. Reposo. “En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará” (Sal 23:2). El reposo de la fe en el Señor es un reposo plácido y refrescante. Él no dice “reposo” sin conducir al mejor lugar en que pueda ser hallado: en su amor, los pastos delicados. (He 13:20-21). 4. Conducción. “Me guiará por sendas de justicia.” (Sal 23:3b). Los caminos que son rectos pueden no siempre ser los caminos que parezcan más fáciles. Algunos van por caminos equivocado, dan saltos para tratar de alcanzar, llegar a la fama, al reconocimiento. Pero la conducción que el Señor da es “por amor de su Nombre”. “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.” (Sal 37:5-6). “Él (Dios) nos guiará aun más allá de la muerte.” (Sal 48:14). 5. Valor. “Aunque pase por valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno.” (Sal 23:4a). La sombra de la muerte es terrible para el hombre cuya porción es en esta vida. Pero no hay mal alguno que temer cuando el Pastor está cerca porque: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.” (Is 43:2). 6. Comunión. “Tú estarás conmigo.” (Sal 23:4b). El peregrino celestial está siempre en buena compañía. Cuando todas las personas nos abandonan el Señor permanece con nosotros, en nosotros y sobre nosotros (Jn 14:16-17; Hch 1:8). El apóstol Pablo da testimonio diciendo: En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. (2Ti 4:16-17). “En tu presencia hay plenitud de gozo”. (Sal 16:11). 7. Consolación. “Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.” (Sal 23:4c). La vara y el cayado del pastor eran los instrumentos de defensa y de liberación. Lo que ellos eran para el pastor, la Palabra de Dios es para nosotros. Es una vara (garrote) para apalear a nuestros enemigos, y un cayado (báculo, bastón) para conducir o levantar a aquellos que hayan caído, desviándose del camino y hacerlos volver al camino de Dios. La espada del Espíritu me infundirá aliento. Jesucristo se encarnó: “Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz. (Lc 1:79).