875 - Salmos. Alabanza en agradecimiento a Dios. Sal 18:1-2

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

875 – Sal 18:1-2 – Salmos. Alabanza en agradecimiento a Dios. Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.   El salmo 18 es casi un duplicado de 2Samuel 22, puede clasificarse como un himno de alabanza y como un salmo real. Fue escrito por David para agradecer a Dios por darle la victoria en todas sus luchas y pruebas. Pudo haber sido escrito a finales de la vida de David, cuando hubo paz. Alaba a Dios por sus obras gloriosas y sus bendiciones a través de los años de su vida. La promesa es que: “Torre fuerte es el nombre de Jehová; a Él correrá el justo, y será levantado.” (Pr 18:10). I. Alabanzas iniciales de David (Sal 18:1-3). David inicia el salmo alabando a Dios y reconociendo sus atributos: “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.” (Sal 18:1). El primer y mayor mandamiento es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” (Mt 22:37). Ciertamente que una manifestación así de su amor debería constreñirnos. “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” (2Co 5:14-15). La elección de palabras que hace David tiene la intención de expresar una devoción muy intensa, como Pedro en Jn 21:15-17. Lo expone en el Sal 18:2-3 roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. La protección de Dios hacia su pueblo es ilimitada y puede tomar diversas formas. David caracterizó el cuidado de Dios mencionado sus atributos como símbolos militares. Dios es: (A1) Castillo, Fortaleza o lugar seguro donde el enemigo no nos puede seguir. (A2) Roca, la inmutable Roca de la eternidad es mi Dios, mi Roca, protección que no podrá ser movida por nadie que quiera dañarnos. (A3) Escudo que se interpone entre nosotros y el peligro. “Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella.” (Zc 2:5) (A4) Fuerza de salvación, símbolo de poder y fuerza. (A5) Alto refugio, una torre por encima de mis enemigos. (A6) Libertador, nos libra, nos salva del enemigo del pecado y la muerte eterna. Estos atributos de Dios enseñan que, si necesitamos protección, busquemos, dependamos de Él: “Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.” (Sal 18:3). Alabamos nuestro Señor, a Cristo, porque es nuestro refugio: “Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.” (Is 32:2). II. Las etapas de la vida de David (Sal 18:4-45). En los versos 4 al 45 David describe las diferentes etapas de su vida. A. En el pozo del peligro.  (Sal 18:4-19). Menciona su desesperación (Sal 18:4-5). “Me rodearon ligaduras de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.” (Sal 18:4). Dios fue su defensor contra el enemigo (Sal 18:6-15).  “Envió sus saetas, y los dispersó; lanzó relámpagos, y los destruyó.”  (Sal 18:14). Libertándolo de sus enemigos (Sal 18:16-19). “Me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí.” (Sal 18:19). B. Es premiado por su santidad al llevar una vida de integridad ética (Sal 18:20-28).  Por guardar los principios de Dios (Sal 18:20-26). “Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. Porque yo he guardado los caminos de Jehová, y no me aparté impíamente de mi Dios.” (Sal 18:20-21). Con los privilegios de la dirección divina (Sal 18:27-28). “Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.” (Sal 18:28). C. Menciona la confianza en Dios durante la turbulenta atmósfera del liderazgo. (Sal 18:29-45). En el liderazgo militar (Sal 18:29-42)