858 - Salmos. La felicidad del íntegro. Sal 1:1
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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858 – Sal 1:1 – Salmos. La felicidad del integro. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; El Salmo 1 es una joya de la literatura hebrea. Es como el prólogo, la introducción del libro de los salmos ya que es un resumen de lo que contiene todo el libro de los salmos. El deseo del Salmista es enseñarnos el camino a la bienaventuranza, felicidad y advertirnos de la destrucción segura de los pecadores. Éste es, pues, el tema del primer Salmo, que puede ser considerado, en ciertos aspectos, como el texto sobre el cual el conjunto de los Salmos forma un sermón divino. Los dos primeros Salmos son introducciones. Se cree que originalmente el Salmo 2 servía como introducción a los libros I y II del Salterio. Más tarde, cuando tomó forma todo el libro, el Salmo 1 fue puesto como introducción a todo. El Talmud indica que en algún tiempo los Salmos 1 y 2 estaban unidos. Pablo en Hch 13:33 cita el salmo Segundo (Sal 2:7), pero en algunos manuscritos dice “el Salmo primero”. Más tarde Jeremías en Jer 17:5-8 hace una paráfrasis del Salmo 1: “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.“ (Jer 17:7-8). I. La felicidad del integro (Sal 1:1-3). “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado.“ (Sal 1:1). Bienaventurado significa feliz, dichoso, muy feliz. Es un profundo gozo y contentamiento en Dios que reposa en la persona, que Dios ha justificado, salvado. Recordemos: “no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.“ (Neh 8:10b). La persona que practica los mandamientos de Dios, no siguiendo el camino de pecadores, dando testimonio que su vida ha sido transformada por el poder de Dios será muy feliz. Enseña el Sal 112:1 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Para el justo, integro la palabra de Dios es su prioridad: “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.“ (Sal 1:2). La ley de Jehová, la palabra de Dios, es el pan diario del creyente que es muy feliz, siempre estará lleno de gozo y alegría como enseña Jer 15:16 Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. La felicidad del justo será continúa y eterna. “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.“ (Sal 1:3). La persona que se deleita en la palabra de Dios tendrá como resultado el ser comparado con un árbol plantado junto a corrientes de aguas. De modo que, si falla una corriente, hay otra disponible. Los ríos del perdón, la gracia, las promesas, y de la comunión con Cristo, son fuentes de provisiones que no fallan nunca. Jesucristo afirma: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. “ (Jn 6:35). Que da su fruto a su tiempo significa que mostrará el carácter de Cristo, en cualquier circunstancia manifestará el fruto del Espíritu (Gá 5:22-23). Estando lleno del río de vida, será llenado con los frutos de justicia (Fil 1:11), y dispones de amor, paciencia durante el sufrimiento, fe durante las pruebas, y gozo, dominio propio en la prosperidad. Y su hoja no cae significa eternidad, siempre su hoja estará verde. El creyente que se deleita, medita y vive la palabra de Dios tendrá vida en abundancia y eterna (Jn 10:10). Siempre prosperará en todo lo que haga porque la gracia de Dios lo ayudará. “El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano.