821 - Job, consejos para los amigos. Job 2:11.

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

821 – Job 2:11 Job, consejos para los amigos. Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle. Continuamos con el estudio de Job recordando que solo pocos amigos fueron a visitarlo (Job 2:11-13). Las malas noticias se riegan rápido y llegan a oídos de los amigos, familiares y vecinos de Job. Es de suponer que Job tenía muchos amigos por su buena posición económica (Job 1:1-3). Porque “El pobre es odioso aun a su amigo; pero muchos son los que aman al rico.”(Pr 14:20). Pero sólo tres amigos decidieron visitar a Job para acompañarle en su dolor. Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita. En el capítulo 32 aparece un cuarto amigo más joven llamado Eliú. La Biblia no habla mucho sobre estos amigos de Job pero suponemos que eran hombres de buena posición económica para estar varios días sin trabajar y acompañar a Job en su dolor. Ellos convienen ir para condolerse y consolar a Job. (Job 2:11b). Al principio de su visita a Job permanecen callados (Job 2:13) pero lamentablemente no se quedaron callados y hablan contra su amigo Job lanzándole una carga de críticas, humillaciones y culpas que concluyen “estás recibiendo lo que mereces”. El dolor de Job se hace más intenso ya que estos amigos van a decir muchas cosas feas y desagradables. El diálogo, aunque presentado con profundidad teológica y filosófica, se volvió más agresivo, condenatorio, intenso y rechazado por Dios que al final dice a Elifaz: “Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job.” (Job 42:7). 1. Consejos para los amigos Los amigos se preocupan por venir sin que se les pida que lo hagan. Nadie les envió un mensaje a Elifaz, Bildad y Zofar. Los amigos no necesitan una invitación especial. Visitamos a un amigo que está pasando una prueba o enfermedad en un hospital por iniciativa propia. ¿Visita usted a los amigos cuando están en pruebas difíciles? ¿Te acuerdas orar por ellos? (Job 2:11). Los amigos se conduelen y consuelan. Condolerse es identificarse con el que sufre. Se asocian con el sufrimiento de la persona, con el propósito de sentir su angustia y de ser tocados personalmente por el dolor. Consolar es intentar aliviar el dolor, ayudando a hacer más liviano el padecimiento. Los amigos hacen diligencias para esa persona: se ocupan de cuidar a los niños; preparan comidas; ayudan en todo lo que pueden, porque quiere consolarle. ¿Apoyas a tus amigos en momentos difíciles o los evitas para no consolarles? Los amigos expresan abiertamente la profundidad de sus sentimientos. Los tres amigos de Job al verlo expresaron sus sentimientos: Lloraron a gritos, Rasgaron sus mantos, y esparcieron polvo sobre sus cabezas (una antigua expresión de congoja). Luego se sentaron en tierra en el mismo lugar que estaba Job (el basurero de la ciudad). No les importó el olor, ni ensuciarse sus ropas para acompañar al amigo en su dolor. (Job 2:12-13). Ellos practicaban “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.” (Ro 12:15). Los amigos no se sienten ofendidos por una escena desagradable. Por el contrario, se acercan lo que más puedan; no se ofenden porque el cuarto huele mal. No salen corriendo cuando ven que la persona que han venido a visitar ha sido reducido a un esqueleto. No se marchan porque la prueba es difícil y angustiosa. Los amigos entienden la situación y por eso hablan muy poco. La mejor forma de ayudar a las personas que sufren es simplemente estar con ellas y decir muy poco o nada, así le hacemos saber lo mucho que nos importan. 2. Las amistades que necesitamos. Deben tener las siguientes cualidades. Que: Amen a Dios: “Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos” (Sal 119:63). Nos amen y acepten como somos: Cuando los tenemos nos sentimos libres para disfrutar