814 - Mardoqueo, fiel y recompensado. Est 2:22-23
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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814 – Est 2:22-23 Mardoqueo, fiel y recompensado. Cuando Mardoqueo entendió esto, lo denunció a la reina Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo. Se hizo investigación del asunto, y fue hallado cierto; por tanto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y fue escrito el caso en el libro de las crónicas del rey. Mardoqueo que significa “hombrecillo”, había sido llevado desde Jerusalén con los cautivos. Poco sabían este “hombrecillo” y sus captores su importante papel en Babilonia. Mardoqueo tampoco se imaginaba, cuando acepto adoptar a su prima huérfana, que iba a ser reina en Babilonia. Este libro de la providencia de Dios es fiel a su carácter, lleno de sorpresas. Veamos el carácter, pruebas y exaltación de Mardoqueo: I. Misericordioso. Fue muy misericordioso por su parte tomar a Ester, huérfana, adoptándola como su propia hija (Est 2:7). Puede parecer algo muy normal, pero hizo lo que pareció que era lo recto a hacer, y lo hizo. Le abrió su corazón además de su hogar, y la bendición que se promete a los misericordiosos le fue dada a él: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.” (Mt 5:7). II. Fiel. Dos de los eunucos del rey habían conspirado para dar muerte al rey. Mardoqueo se enteró y reveló valientemente aquel perverso plan a Ester, que se lo dijo al rey en su nombre (Est 2:22-23). Si alguien quiere ser fiel a sí mismo y a la justicia, tiene que estar dispuesto, si es necesario, a hacer cosas que lleven a otros a la vergüenza y a la condenación. Muchos no conspiran contra el Rey del cielo, pero sí lo hacen contra su pueblo. Sé fiel a los intereses de tu Señor y Rey, y te vendrá abiertamente la recompensa de la buena mano de Dios. Cristo promete: “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” (Ap 2:10). III. Consistente. “Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba [ante Amán] … porque ya él les había declarado que era judío” (Est 3:2-4). Rehusó postrarse y darle al soberbio Amán la honra solo debida a Dios. Por este acto de resistencia declaró su fe en y reverencia hacia Dios. Mardoqueo era un hombre para quien “una persona vil es de menospreciar, pero que honraba a los que temían al Señor” (Sal 15:4). ¿Cómo puede alguien decir que cree en Dios si no obedece a Dios antes que a los hombres (Hch 5:29)? IV. Menospreciado. “Y se llenó [Amán] de ira” (Est 3:5), y cuando supo que Mardoqueo era judío, “tuvo en poco poner mano en Mardoqueo solamente”, sino que intentó la destrucción de “todos los judíos” (Est 3:6). Pero después de hacer sus planes para la destrucción de los judíos lo persuadió su mujer para que colgara a Mardoqueo de una horca de cincuenta codos de altura (Est 5:14). Toda esta ira y derramamiento de sangre tenían como motivo que un hombre decidió no negar al Dios vivo y verdadero. ¿Vale la pena arriesgar tanto? “Si alguien quiere vivir piadosamente tiene que sufrir persecución” (2Ti 3:12), porque será guiado y controlado por motivos y principios que no tienen lugar los egoístas y los impíos. “Bienaventurados seréis cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo”; grande es vuestra recompensa en los cielos.” (Mt 5:11-12). V. Puesto a prueba. Mardoqueo: “rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por la ciudad clamando con grande y amargo clamor” (Est 4:1). Se había publicado la sentencia de muerte sobre él y sobre su pueblo Judío. Su agonía despertaron la compasión y la indagación de la reina (Est 4:4-5). Se sentía amargamente abatido, pero no destruido, porque su fe en Dios no fallaba. Dijo a Ester: “Si callas absolutamente en este tiempo, vendrá de alguna otra parte respiro y liberación para los judíos” (Est 4:14). La tensión sobre Mardoqueo era muy fuerte. ¿Quién iba a interceder por sus compatriotas si no lo hacía él? La prueba de vuestra fe puede ser muy difícil, pero es preciosa cuando es hallada para alabanza y honra de Dios (1Pe 1:7).