807 - Nehemías, venciendo la tentación. Neh 6:2-3.

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

807 – Neh 6:2-3 Nehemías, venciendo la tentación. Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: Ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de Ono. Mas ellos habían pensado hacerme mal. Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros. Para el cristiano, la Providencia de Dios debiera ser algo tan sagrado como la Palabra de Dios. Pero el enemigo, de una u otra manera, siempre tratará de devorar a los que están animados por la obra de Dios. Sanbalat y Tobías estaban desesperados. El muro estaba casi terminado y sus esfuerzos por detener su construcción estaban fracasando. Así que intentaron otra cosa: centraron sus ataques en el carácter de Nehemías. Lo atacaron en su persona con falsas reuniones (Neh 6:2), rumores (Neh 6:6), engaños (Neh 6:10-13), y falsos informes (Neh 6:17). “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.” (Stg 1:13-14). I. La tentación a contemporizar . “Ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de Onó” (Neh 6:2). Esta sutil tentación vino cuando oyeron que el muro había sido ya edificado, y que “no quedaba en él portillo” (Neh 6:1). El enemigo mientras estaban edificando, recurrió al escarnio y a las amenazas, pero ahora que la tarea había sido coronada con el éxito, intentaron atraerlo al nivel de ellos, para que se hiciera algún tipo de compromiso. Satanás sabe cómo jugar el papel de zorro, cuando no le conviene rugir como león. No somos ignorantes de sus maquinaciones (2Co 2:11). Cuando el enemigo habla blandamente, puedes estar seguro de “que hay siete abominaciones en su corazón” (Pr 26:25). Obsérvese como Nehemías afrontó esta tentación. 1. Él tenía discernimiento. Respondió a la invitación: “No puedo ir” (Neh 6:3). No dijo: “voy a orar” o “lo pensaré”. Nehemías estaba totalmente dedicado a la obra del Señor y Dios le dio discernimiento para entender que “ellos habían pensado hacerme mal.” (Neh 6:2). Sus sentimientos eran semejantes a los de Pedro y Juan cuando dijeron: “No podemos menos de decir lo que hemos visto y oído” (Hch 4:20). 2. Conocía su obra. Nehemías dijo: “Yo hago una gran obra”. Toda obra para Dios es grande cuando se juzga por sus resultados eternos. Todo es grande cuando Dios está en ello. Él estaba haciendo una gran obra, no estaba soñando acerca de ella. 3. Conocía sobre el peligro si descendía. “Porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros” (hasta aquel tiempo no había puesto las hojas en las puertas, Neh 6:1). Es más honroso trabajar que hablar acerca de ello. Es para perjuicio de nuestra utilidad en el servicio de Dios que descendemos a la llanura de la simple sabiduría terrenal. Esta misma tentación la oyó el Señor mientras colgaba de la cruz. ¿No estaba Él haciendo allí una gran obra, mientras que le clamaban: “Desciende de la cruz, y creeremos”? (Mt 27:40; Mr 15:30). No seriamos salvos si Cristo hubiera descendido de la cruz. Nehemías fue acosado “hasta cuatro veces” pero cuatro veces le salvó el escudo de la fe. “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” (1Co 15:58). II. La tentación de la maledicencia. El quinto intento de poner lazo a este hombre de Dios y de destruir su obra fue llevado a cabo con rumores, engaños y un informe falso, calumnioso. Declararon que su propósito era rebelarse contra el rey, y proclamarse a sí mismo como rey de Judá, y de establecer profetas que lo proclamaran en Jerusalén (Neh 6:5-7). En resumen, lo acusaron de soberbia y de buscar su propia grandeza. Los hombres, mujeres egoístas, envidiosos nunca podrán comprender a aquellos que solo buscan la gloria de Dios. Cuando el enemigo no puede confundir al obrero cristiano, sin escrúpulos calumnia sus propósito