804 - Nehemías, perseverancia en medio de la oposición. Neh 4:1

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

804 – Neh 4:1 Nehemías, perseverancia en medio de la oposición. Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos. Cuando iniciaron la reconstrucción del muro comenzó la oposición y persecución del enemigo. “Bienaventurados seréis cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos” (Mt 5:11-12). “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;” (2Ti 3:12). Todo lo que lleva a las raíces de nuestra vida espiritual a andar, vivir en la voluntad de Dios nos hará más firmes y fructíferos para Él. “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” (Stg 4:7). I. La naturaleza de la oposición. Hubo: 1. Las atormentadoras saetas del escarnio. La aljaba de ellos estaba llena de saetas de escarnio. Lanzaban escarnios en contra del carácter de ellos. “¿Qué hacen estos débiles judíos?” (Neh 4:2). Eran débiles en número, y débiles en recursos; pero los apoyaba la mano benéfica de Dios (Is 59:1). Escarnecían sus motivos: “¿Se les permitirá volver a hacer sus sacrificios?”. Como si estuvieran diciendo: ¿Cómo pueden establecer un culto que les asegure de la presencia y ayuda de Dios? Pero el Señor conoce a los que son suyos. Ellos lanzaban escarnios acerca de su entusiasmo. “¿Acabarán en un día?”. El cristiano tibio no será el que reciba las burlas del cómodo mundano. Lanzaban escarnios acerca de la tarea emprendida: “¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?” sus objetivos son demasiado elevados; intentan demasiado. Lanzaban escarnios acerca de la tarea hecha. “Lo que ellos edifican del muro de piedra, si sube una zorra lo derribará” (Neh 4:3). Así son las críticas con las que se asalta a todos los fieles obreros de Dios. Pero la edificación prosigue, porque esta labor no es en vano en el Señor; porque “Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores, y a los humildes dará gracia.” (Pr 3:34). Luego siguió: 2. Una malvada conspiración del enemigo. “Oyendo… que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron mucho; y conspiraron todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño” (Neh 4:7-8). Pero fue en vano que estos cazadores extendieron su red ante los ojos del Dios del Cielo. Ellos dijeron: “Que no se enteren ni se den cuenta hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra” (Neh 4:11). Pero Dios lo sabía, y era contra Él, y no contra los “débiles judíos”, que tuvieron que vérselas. Fue como una conspiración de hojarascas contra el fuego devorador. Las fuerzas unidas del infierno no prevaleceran. Jesucristo afirma “edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” (Mt 16:18). 3. El desaliento causado por amigos vacilantes. “Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se ha debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro” (Neh 4:10). La oposición es ya cosa mala cuando viene de fuera, pero es peor cuando proviene de los que hasta ahora son nuestros amigos y ayudadores. Cuando ya estaban por la mitad de la obra, Judá se desalentó porque perdió de vista a Dios, y siguió mirando a los adversarios, a la debilidad de los acarreadores, y a los muchos escombros que estaban en medio, y habiendo perdido la fe, trató de desalentar también a otros en la obra, diciendo: “No podemos edificar el muro”. Un hombre desalentado es inútil en la obra del Señor; es un estorbo positivo. Dios manda: “Que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Jos 1:9; Is 41:10). II. El carácter firme de los obreros. Tenían ellos: 1. La decisión de trabajar (Neh 4:6). No estaban dispuestos a sentarse distraídos en sus dificultades, ni a pasar el tiempo hablando, murmurando.