798 - Esdras, la vida y carácter. Esd 7:10

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

798 – Esd 7:10 Esdras: La vida y carácter. Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos. Esdras fue un sacerdote, un escriba y un gran líder. Su nombre significa “ayuda”, y dedicó toda su vida a servir a Dios y al pueblo de Dios. La tradición dice que Esdras escribió la mayor parte de 1 y 2 Crónicas, Esdras, Nehemías y el Salmo 119, y que encabezó el concilio de 120 hombres que formaron el canon del AT. Esdras, condujo al segundo grupo de Babilonia a Jerusalén, y era exponente de la ley de Moisés. Entre el primer grupo y el segundo hay un intervalo de 57 años. Los últimos cuatro capítulos del libro son una descripción de la obra llevada a cabo bajo la conducción personal del autor. Al mirar a este hombre y a su obra veremos mucho que nos motiva a la fe y al servicio. Observamos de Esdras: I. Su preparación. “Esdras había preparado su corazón para escudriñar la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar” (Esd 7:10). La preparación del corazón pertenece al hombre (Pr 16:1). Cuando un hombre está preparado en su corazón a buscar la Palabra de Dios, a cumplirla y a enseñarla, ha comenzado ya una gran obra de avivamiento. Uno solo es suficiente para Dios. El corazón debe ser primero enderezado delante de Dios antes de ser de utilidad para Él. Estos preparativos pertenecen al hombre, pero las revelaciones pertenecen a Dios. El primer mensaje de Cristo fue: Arrepentíos, porque se ha acercado el Reino de los Cielos. Preparad vuestros corazones porque, la gracia de Dios, está a vuestro alcance. II. Su cualificación. “La mano de Jehová su Dios estaba sobre él” (Esd 7:6). Debido a esta invisible y poderosa mano sobre él, el rey le concedió “todo lo que pidió”. La poderosa mano de Dios vino sobre Esdras a lo que preparo su corazón para glorificar su nombre. La Mano Suprema de Dios acompaña al corazón preparado. Los discípulos unánimes prepararon sus corazones durante diez días esperando la promesa del Espíritu Santo (Hch 1:14). Todos los llenos del Espíritu tienen sobre sí la mano de Dios. III. Su provisión. “Y por mí, Artajerjes rey, es dada orden a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda prontamente, hasta cien talentos de plata…” (Esd 7:21-22). Aquí tenemos la certidumbre de que todas sus necesidades serían suplidas. Esdras preparó su corazón, y Dios, de una manera singular, preparó que sus necesidades fueran suplidas. Él nunca envía a sus siervos a guerrear a sus propias expensas. La medida de la provisión debía ser “hasta cien talentos de plata”, pero la medida de nuestra provisión es “conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Fil 4:19). IV. Su comisión. “Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría que tienes de tu Dios (…) al que no las conoce [las leyes de tu Dios], le enseñarás” (Esd 7:25). El que tiene en su corazón la sabiduría de Dios debe convertirse en “el mensajero de Jehová de los Ejércitos” (Mal 2:7). El consejo de este rey pagano debiera avergonzar a muchos cristianos y maestros religiosos. Si Dios debe alcanzar victorias morales sobre aquellos que no conocen su voluntad, es evidente que su Palabra debe ser enseñada por aquellos que han experimentado el poder de la misma en sus propios corazones y vidas. “La fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de Dios.” (Ro 10:17). Asi que, leamos bastante la Biblia. Predica, enseña la Palabra. (2Ti 4:1-5). V. Su consistencia. Esdras publico ayuno para buscar la dirección de Dios diciendo: “Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino, porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan” (Esd 8:21-22). Si nuestra fe está en Dios, y sabemos que nuestra causa es suya, ¿por qué debiéramos mendigar la ayuda de los hombres?