791 - Uzias, la caída por la soberbia. 2Cr 26:16
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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791 - 2Cr 26:16 UZÍAS, LA CAÍDA POR LA SOBERBIA. Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso. Uzías era solo un muchacho de dieciséis años cuando fue coronado rey de Judá. Su reinado fue largo, con una duración de más de cincuenta y dos años. La confrontación piadosa del clarividente Zacarías ayudó a su prosperidad, el mensaje era: “No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jehová, Él también os abandonará” (2Cr 24:20). ¿Quién puede contar el pleno valor de la vida que ha sido iluminada con un mensaje concreto de Dios? La palabra de Zacarías había penetrado ardientemente en el corazón del joven Uzías, porque en sus días buscó a Dios (2Cr 26:5). La historia de Uzías nos revela: I. Un alentador testimonio. El escritor de las Crónicas nos dice que “en estos días en que buscó a Jehová, Él le prosperó” (2Cr 26:5). La prosperidad de Uzias fue continúa mientras dio el primer lugar a Dios en su vida. Cristo promete: “el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” (Jn 15:5). Nosotros permanezcamos, confiemos; y Dios bendecirá. (Sal 29:11). II. Fue ayudado maravillosamente. “Y Uzías preparó para todo el ejército escudos, lanzas, yelmos, coseletes, arcos, y hondas para tirar piedras. E hizo en Jerusalén máquinas inventadas por ingenieros, para que estuviesen en las torres y en los baluartes, para arrojar saetas y grandes piedras. Y su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse poderoso.” (2Cr 26:14-15.). La ayuda de Dios es intensamente práctica. Siempre son maravillosamente ayudados los que lo son por Dios. La palabra prosperó (tsaleaj) significa impulsar, empujar hacia adelante. Dios impulsó, empujó hacia el éxito el reinado de Uzías por su conducta delante de Él. José también fue prosperado, empujado por Dios: “Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.” (Gn 39:2-3). José a pesar de ser vendido por sus hermanos, perseguido por la esposa de Potifar y puesto preso, fue impulsado, empujado por Dios para ser capacitado y llegar a ser el primer ministro de Egipto. Dios seguirá dando testimonio, tanto “con señales como con prodigios y diversos milagros y dones distribuidos por el Espíritu Santo según su voluntad” (He 2:4). “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.” (Ef 6:10). III. Una terrible caída. “Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina” (2Cr 26:16). Es un gran privilegio ser ayudados por Dios y fortalecidos, pero cada privilegio presenta tentación y peligro. Pedro fue fortalecido para andar sobre las aguas del mar, pero entonces fue cuando comenzó a hundirse. (Mt 14:29-30). Elías fue fortalecido para vencer las perversas obras de Acab, pero después huyó de delante de la ira de Jezabel (1Re 19:2-3). Sí, Uzías también cayó porque “cuando ya era fuerte” se olvidó de Dios. El poder, los cargos, el dinero, la belleza pueden llevar a la ruina por quitar la mirada de Dios como Uzías porque: “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.” (Pr 16:18). IV. Causa de la caída (2Cr 26:16-18). “Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.” La caída de Uzías fue porque: “Su corazón se enalteció.” Se enalteció en soberbia y confianza en sí mismo. Cuando buscó la honra del Señor, Dios le exaltó, pero ahora que intenta honrarse a sí mismo usurpando el oficio de sacerdote, cae de la gracia de Dios. Su posición como rey no le daba derecho alguno como sacerdote.