785 - David, edificando altar a Dios. 1Cr 21:22
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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785 – 1Cr 21:22 David, edificando un altar a Dios. Entonces dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era, para que edifique un altar a Jehová; dámelo por su cabal precio, para que cese la mortandad en el pueblo. Cuando dejamos de confiar en Dios el enemigo de nuestra alma estará al acecho por lo cual: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” (1Pe 1:8). Satanas “Incitó a David a que hiciese censo de Israel” (1Cr 21:1), y David escogió pecar. No hay contradicción con 2Sa 24:1 porque Dios emplea de forma soberana y permisiva a Satanás para cumplir sus propósitos: Juzgar a los pecadores (Mr 4:15; 2Co 4:4), para afinar a los santos (Job 1:8-22; 2:1-10; Lc 22:31-32), para disciplinar a los miembros de la iglesia (1Co 5:1-5; 1Ti 1:20), y para purificar más a los creyentes obedientes (2Co 12:7-10). Ni Dios ni Satanás forzaron a David a pecar (Stg 1:13-15). I. El pecado de David (1Cr 21:1). Surgió del corazón orgulloso de David, censando al pueblo y causando una tragedia porque, a diferencia del censo en tiempos de Moisés (Nm 1:1-54; 2:1-34) que Dios había mandado, este censo por parte de David fue llevado a cabo para gratificar su soberbia en la gran fuerza de su ejército y en su consiguiente poder militar. El acto de incredulidad de David condujo a terribles consecuencias: perecieron 70.000 hombres. David reconoció y confesó su pecado (1Cr 21:17), y fue seguida por un mensaje de esperanza: “Que construyese un altar a Jehová en la era de Ornán” (1Cr 21:17-18). Esta manera de escapar al juicio de Dios fue una revelación del mismo Dios. ¿Quién más podría hacerlo? “Miradme a Mí, y sed salvos, todos los confines de la tierra, porque Yo soy Dios” (Is 45:22). II. La petición. “Entonces dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era” (1Cr 21:22). Era una gran petición a hacer en un momento en el que “Ornán trillaba el trigo”. La era, lugar de trabajo, empresa de Ornán, allí estaban los tesoros de él. ¿A veces nuestro Señor hace extrañas y repentinas demandas pidiendo el total control de nuestro negocio, empresas? Como David, Dios no lo tomará a la fuerza: nos dará el privilegio de concedérselo, ponerlo a su disposición. Ofrenda a Dios y abrirá las ventanas de los cielos (Mal 3:10). III. La razón de la petición (1Cr 21:22). “Para que edifique un altar a Jehová… para que cese la mortandad en el pueblo” (1Cr 21:22). Debido al pecado una plaga estaba diezmando al pueblo como espada en manos del mensajero de la venganza divina. Se precisaba de un lugar y de un altar para que pudiera ofrecerse un sacrificio al Señor y proveer salvación para el pueblo. Esto solo sería posible convirtiendo la empresa de Ornán en lugar de sacrificio al Señor, un altar para el Señor. ¿Es tu trabajo, empresa un altar para el Señor? O al contrario ¿es un ídolo el cual quita la prioridad, tiempo de adoración a Dios? Hay mentes de algunos hombres que son meras eras, nada más. Su principal actividad es trillar problemas y teorías. El Rey del Cielo exige que estas eras tengan un altar, para que se detenga la plaga del pecado, y los pecadores sean salvos. Convierte tu máquina de trillar, todo su ser en un templo de adoración a Dios (1Co 3:16). IV. La respuesta (1Cr 21:23-24). “Ornán respondió a David: Tómala para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le parezca; y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para la leña, y trigo para la ofrenda; yo lo doy todo” (1Cr 21:23). Ornán bien hubiera podido excusarce diciendo: “Ahora no me conviene”, “tendré que pensárlo”, voy a ponerlo en oración. Pero se dio cuenta en el acto de la situación; toda su alma se dedicó a la causa. No solo ofreció la era, sino todo lo que tenía en ella: los bueyes, los instrumentos, y el trigo. “Yo lo doy todo.” Es la adoración de un verdadero creyente, vivir con vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios (Ro 12:1). ¿Estamos dispuestos a cederle a Dios, el Rey de reyes y Señor de señores