775 - Caída y cautiverio de Israel. 2Re 17:33
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
Kategorier:
775 - 2Re 17:33 Caída y cautiverio de Israel. Temían a Jehová, y honraban a sus dioses, según la costumbre de las naciones de donde habían sido trasladados. Después de la muerte del rey Salomón la nación de Israel se dividió en dos (1Re 12:16-19): Diez tribus fueron al norte auto nombrándose Israel y dos tribus, Judá y Benjamín, quedaron en Jerusalén. Las diez tribus del norte fueron invadidas tres veces por el imperio asirio. La tercera vez fueron llevados en cautiverio, dispersados y mezclados con otras naciones (2Re 17:1-6). La causa principal de la caída y cautiverio de Israel fue la idolatría. Dios juzgó al pueblo de Israel porque imitó las costumbres malvadas de las naciones vecinas, adoró dioses falsos, adaptó costumbres paganas y siguió sus propios deseos. (2Re 17:7-17). “Porque los hijos de Israel pecaron contra Jehová su Dios, que los sacó de tierra de Egipto, de bajo la mano de Faraón rey de Egipto, y temieron a dioses ajenos,” (2Re 17:7). Dios estaba cumpliendo lo que había prometido en Dt 28:15-68. El pecado siempre acarrea disciplina y las consecuencias de ese pecado son en ocasiones irreversibles. Israel fue repoblado por asirios y otros extranjeros. A esta mezcla de personas, judíos con gentiles, establecida en Israel se la llamó "samaritanos". Fueron despreciados por los judíos, aún durante los días de Jesús (Jn 4:9). De esta manera desaparecen las diez tribus de Israel. I. La religión sincretista (2Re 17:24-41). Dios envió leones para devorar a los nuevos habitantes de Israel. “Dijeron, pues, al rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la ley del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí que los leones los matan, porque no conocen la ley del Dios de la tierra.” (2Re 17:26). La religión de los samaritanos era sincretista; combinaba elementos del culto a Jehová con el culto a falsos dioses de otras naciones. “Temían a Jehová, y honraban a sus dioses, según la costumbre de las naciones de donde habían sido trasladados.” (2Re 17:33). “Así temieron a Jehová aquellas gentes, y al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos; y también sus hijos y sus nietos, según como hicieron sus padres, así hacen hasta hoy.” (2Re 17:41). II. Sirviendo a otros dioses. ¿A cuales otros dioses servimos hoy? Servimos a otros dioses cuando: 1. Le damos a Dios sólo un día de siete en la semana. Dando prioridad a las formas externas de la religión una vez a la semana. Leyendo la Biblia solo el domingo, y negando todas sus demandas los otros seis días. El egoísmo en sábado significa egoísmo en domingo. 2. Solamente damos a Dios lo que no nos cuesta nada. La pregunta es ¿Puedo permitírmelo?, en lugar de ¿Es necesario para el Señor? El tiempo, dinero, servicio que nos sobra (Lc 21:4). Le damos las sobras de nuestras vidas, pero no a nosotros mismos (2Sa 24:24). 3. Estamos más interesados en nuestros negocios diarios que en la causa de Cristo. “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mt 6:33). Debemos ser responsable en el trabajo, pero debiera ser nuestro servicio para el Señor. “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres” (Col 3:23) 4. Anhelamos más la alabanza de los hombres que la alabanza de Dios. Los fariseos y todos los servidores del ojo semejantes a ellos, ya tienen su recompensa, las vacías grandezas del aplauso humano.” Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.” (Ga 1:10). 5. Tenemos más preocupación por nuestro propio buen nombre que por el honor debido a Dios (2Ti 1:12). Cuando nos indignamos ante un mal (quizá imaginario) que nos han hecho a nosotros o a nuestros amigos, pero somos indiferentes ante toda la deshonra y vituperio dirigidos al Hijo de Dios. 6. Estamos más deseosos por la felicidad que ser “útil al Señor y dispuesto para toda buena obra” (2Ti 2:21). ¿Qué pensaría un amo, patrón humano de un siervo cuyo principal objetivo no fuera agradarlo a Él,