773 - Eliseo y el traidor. 2Re 8:11.
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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773 – 2Re 8:11 Eliseo y el traidor. Y el varón de Dios le miró fijamente, y estuvo así hasta hacerlo ruborizarse; luego lloró el varón de Dios. El ser humano no puede imaginar cuánta fuerza tienen las tentaciones del poder y la prosperidad, delatando el estado del corazón. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” (Jer 17:9-10). La fidelidad es uno de los atributos de Dios y espera que el ser creado y todo creyente persevere en la fidelidad. “Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.” (Sal 36:5). La Biblia registra como aun los más íntimos amigos dejan de ser fieles. Dos de los discípulos del Señor traicionaron la fidelidad, uno lo negó y el otro lo entregó. Pedro por miedo a morir negó tres veces a nuestro Señor Jesucristo (Mt 26:74-75), y Judas lo entregó por 30 piezas de plata (Mt 27:4). “Si fuéremos infieles, Él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.” (2Ti 2:13). “Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, Y tu fidelidad te rodea.” (Sal 89:8). I.Visitando al enemigo (2Re 8:7). “Eliseo se fue luego a Damasco; y Ben-adad rey de Siria estaba enfermo, al cual dieron aviso, diciendo: El varón de Dios ha venido aquí.” Era poco común que un profeta visitara ciudades extranjeras. Eliseo fue a Damasco, la capital de Siria, para llevar a cabo uno de los encargos que Dios había encomendado a Elías en el monte Horeb. Dios Había dicho a Elías: “Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria.”(1Re 19:15). II. Sanar o morir (2Re 8:8-9). “Ben-adad rey de Siria estaba enfermo, al cual dieron aviso, diciendo: El varón de Dios ha venido aquí. Y el rey dijo a Hazael: Toma en tu mano un presente, y ve a recibir al varón de Dios, y consulta por él a Jehová, diciendo: ¿Sanaré de esta enfermedad?” Muchos al estar enfermos se interesan en recibir sanidad del cuerpo pero no del alma. Desean conocer si sanarán o morirán. Creen que por ofrecer a Dios regalos materiales recibirán sanidad. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Ef 2:8-9). III. Confrontando al traidor (2Re 8:10-11). “Y Eliseo le dijo: Ve, dile: Seguramente sanarás. Sin embargo, Jehová me ha mostrado que él morirá ciertamente.” (2Re 8:10). Eliseo dijo a Hazael que le informara a su rey que sobreviviría (de esa enfermedad), pero añadió que moriría de otra forma. No se trata de una mentira, porque evidentemente se recobraría de su enfermedad, pero moriría de un acto traicionero que no se relacionaba con ella pero que ya estaba tramando Hazael. “Y el varón de Dios le miró fijamente, y estuvo así hasta hacerlo ruborizarse; luego lloró el varón de Dios.” (2Re 8:11). Con los ojos firmes, Eliseo miró fijamente a Hazael porque le había sido revelado lo que iba a hacer a futuro. Hazael se sintió confundido, al ver que Eliseo conocía su plan de asesinar al rey de Siria. Pablo delata a los traidores de Dios: “Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.” (Fil 3:18-19). IV. El corazón del traidor (2Re 8:12-13). Hazael se sintió confrontado por el profeta al mirarlo fijamente y ver su futuro. “Entonces le dijo Hazael: ¿Por qué llora mi señor? Y él respondió: Porque sé el mal que harás a los hijos de Israel; a sus fortalezas pegarás fuego, a sus jóvenes matarás a espada, y estrellarás a sus niños, y abrirás el vientre a sus mujeres que estén encintas.” (2Re 8:12). “Y Hazael dijo: Pues, ¿qué es tu siervo, este perro, para que haga tan grandes cosas?