731 - David, cántico de liberación. 2Sa 22:17-18.

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

731 – 2Sa 22:17-18 David, cántico de liberación. Envió desde lo alto y me tomó; me sacó de las muchas aguas. Me libró de poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, aunque eran más fuertes que yo. Por el primer verso de este cántico aprendemos que fue escrito como un cántico de liberación “Habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl.” (2Sa 22:1). Luego este primer verso será usado como título en el Sal 18 himno real de gratitud casi idéntico al cántico de 2Sa 22. Los primeros versículos contienen una multiforme revelación y una multiforme obligación. Veamos a David con una inigualable doxología exaltando los atributos de Dios. I. Dios de salvación (2Sa 22:2-4). Lo primero que hace David es exaltar los atributos de Dios. La triple declaración 2Sa 22:2-3 es una declaración personal de cómo David siente la presencia de Dios en su vida: mi roca, mi fortaleza y mi libertador. Es una revelación del carácter de Jehová como Salvador y luego emplea términos sugestivos de otros tantos aspectos de su gracia salvadora. La palara liberación (yasha); muy usado unas 353 en el AT; en este cántico hay siete usos de este verbo y sus derivados: el poder de mi liberación, mi salvador, tú me salvas de la violencia (2Sa 22:3); seré librado de mis enemigos (2Sa 22: 4); el escudo de tu salvación (2Sa 22:36); la roca de mi salvación (2Sa 22:47); las victorias de su rey (2Sa 22:51). La gracia salvadora de Dios es para: 1. Refugio, Él es mi roca. La inmutable Roca de la Eternidad. 2. Protección, Él es mi fortaleza. “Torre fuerte es el nombre de Jehová; a Él correrá el justo, y será levantado.” (Pr 18:10). “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Sal 34:7). 3. Librarnos de la opresión, Él es mi libertador. “Líbranos del mal; porque tuyo es el reino, el poder y la gloria” (Mt 6:13). 4. La adoración, Él es mi Dios. Escrito está: “A Él sólo adorarás”. 5. La debilidad, Él es mi fortaleza. Los que esperan en Jehová renovarán sus fuerzas. “Mi poder se perfecciona en la debilidad”. 6. Defensa, Él es mi escudo. Vestíos de toda la armadura de Dios, y encima de todo ello cubríos con el escudo de la fe (Ef 6:10-18). 7. Poder, el fuerte de mi salvación. “Toda autoridad me ha sido dada… Por tanto, id.” 8. Visión, Él es mi alto refugio. Los sentados en lugares celestiales en Cristo tienen una perspectiva deliciosa, desde su alto refugio pueden ver la belleza de cada día. (Ef 1:3). II. Dios de toda gracia (2Sa 22:2-4). La relación personal con Dios, se siente en el uso del pronombre mí seis veces: mi peña, mi escudo, mi liberación, mi baluarte, mi refugio y mi salvador. Estos privilegios tan maravillosos de la gracia de Dios nos llevan a unas obligaciones de gracia. ¿Y cuáles son? 1. Amar a Dios. El primer y mayor mandamiento es: “Amarás a Jehová tu Dios”. Ciertamente que una manifestación así de su amor debería constreñirnos (2Co 5:14-15). Que sea también nuestra expresión voluntaria. “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” (1Co 13:13). 2. Confiar en Dios. “En Él confiaré” (2Sa 22:3). Dios lo ha hecho todo por nosotros, y está dispuesto a hacerlo todo, pero cuando no hay confianza del corazón, la puerta del alma se cierra contra Él. 3. Alabar a Dios. “Jehová… es digno de ser alabado” (2Sa 22:4). Los que “invocan a Jehová” con toda la creación alaban a Dios por todo lo que ha hecho, y su misericordia. “Al que está sentado en el trono [Dios padre], y al Cordero [Cristo], sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.” (Ap 5:13). III. Dios de toda consolación (2Sa 22:5-7). David exalta: “En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios; El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó a sus oídos.” (2Sa 22:7). “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela