728 - David y Mefi-boset. 2Sa 9:7

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

728 – 2Sa 9:7 David y Mefi-boset. Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa. Jonatán había pedido a David: “Cuando Jehová destruya de la tierra uno por uno a los enemigos de David, no elimines para siempre tu misericordia de mi casa” (1Sa 20:15). Misericordia significa amor leal, amor de pacto; y es usada para reconocer el amor leal de Dios para su pueblo. Dios dice: “Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.” (Ro 9:15-16). Veamos esto en Mefi-boset: I. La necesidad del pecador. Todo pecador tiene: 1. Temor. Por el mismo hecho de que se había hecho una indagación así, podemos ver que Mefi-boset estaba ocultándose del rey. Tienen miedo de Dios los que no conocen su amor (2Sa 9:1). Ocultándose del mejor amigo. Así sucede con el pecador (Gn 3:8). 2. Pobreza. “En casa de Maquir (vendido)… en Lodebar” (sin pastos) (2Sa 9:4). ¡Cuánta verdad! Los rebeldes habitan en tierra seca, calcinada (Sal 68:6). Apartado de Dios el pecador está morando en la casa de más profunda miseria: “De ceniza se alimenta“(Is 44:20; Lc 15:16). 3. Impotencia. “Estaba lisiado de ambos pies” (2Sa 4:4; 9:13). “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.” (Ro 5:6). “Lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es” (1Co 1:28). Cualquier capacidad, virtud física y espiritual que tengamos, la hemos recibido de Dios (1Pe 4:11). II. El amor de Dios. David quería mostrar bondad a la casa de Saúl (su enemigo) por causa de Jonatán (el don de Dios). ¡Qué ilustración “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” 2Co 5:19! Observemos que este amor fue: 1. Espontáneo, voluntario. Fue el impulso voluntario de un corazón bondadoso y misericordioso. “Porque Dios es amor”. (1Jn 4:8). “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Jn 3:16). Dios toma el primer paso hacia la redención del hombre “para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado [Cristo], en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Ef 1:6-7; 1Pe 1:2). “Nosotros le amamos a Él porque Él nos amó primero.” (1Jn 4:19). 2. Lleno de gracia. Fue a buscar a los inmerecedores. Ofreció su favor a un enemigo. “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” (Ro 5:10). Era, verdaderamente, el “Evangelio de la Gracia” el que el siervo enviado de David llevó a este pobre lisiado. ¡Qué privilegio pertenecer a estos “enviados”! (2Sa 9:5). Ésta es una hermosa ilustración de Ro 10:14-15. ¿Cuál es el significado del mandamiento de Cristo: “Como me envió el Padre, así también yo os envío.” (Jn 20:21)? 3. Abnegado. “Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, se lo doy” (2Sa 9:9). Éste era un gran don, regalo que fue dado por causa de Jonatán. Al creyente nos fue dado el mayor amor de todos, el amor de Dios (Ro 5:3; 8:32). III. El gozo de la salvación. Veamos el llamado de Mefi-boset: 1. Creyó el mensaje. Así demostró él su fe, obedeciendo el llamamiento. “Y vino Mefi-boset… a David” (2Sa 9:6). Muchos se burlan del llamado pocos se humillan y aceptan el llamado de Dios (2Cr 30:10-11). “El Maestro está aquí y te llama” (Jn 11:28). Probamos la veracidad del Evangelio cuando lo creemos. Porque el evangelio “es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.” (Ro 1:16). 2. Se humilló a si mismo. “Se postró sobre su rostro.” Bien podemos nosotros hacer lo mismo.