717 - Amistad de David y Jonatán. 1Sa 18:3

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

717 – 1Sa 18:3 Amistad de David y Jonatán. E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo. Jesucristo pocas horas antes de ir a la cruz dijo a sus discípulos: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” (Jn13:34-35). Debemos cumplir este mandamiento si queremos ser discípulos de Cristo. Por lo cual, el apóstol Juan afirma: “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios” (1Jn 4:7). Y nos confronta diciendo: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (1Jn 4:20). En estas porciones de las Escrituras tenemos “Manzana de oro en bandeja de plata” (Pr 25:11). La amistad entre David y Jonatán son un indescriptible ejemplo del amor entre hermanos y que se debe manifestar entre los creyentes porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Ro 5:5). El amor entre David y Jonatán solo puede compararse al de Jesús y sus discípulos. Veamos el amor en esta amistad: 1. Su amor fue correspondido. “El alma de Jonatán quedó ligada con la de David” (1Sa 18:1). Esta amistad muestra que los vitales intereses del uno se entretejían con los vitales intereses del otro. Esto es lo que Dios exige a los creyentes que seamos uno en Cristo y ser “solícitos en guardar la unidad del Espíritu”. (Ef 4:3). Jesucristo fue movido por el inefable amor cuando oró que “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Jn 17:21). Esta profunda unión espiritual es el ejemplo a seguir todo creyente porque “El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.” (1Jn 2:9). 2. Su amor fue real. “Lo amó Jonatán como a sí mismo” (1Sa 18:1). No se trataba de una simple amistad, formal por asuntos mutuos. “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.” (Pr 18:24). Jonatán había tomado a David y todos sus intereses en los secretos y cuidados de su propia alma. ¿Cómo podemos decir que amamos a Cristo si los intereses de Él no son nuestra prioridad? Pablo demostró que amaba a Cristo al afirmar: “Para mí el vivir es Cristo” (Fil 1:21). 3. Su amor era inseparable. “E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba” (1Sa 18:3). El verdadero amor empujará siempre a un más estrecho vínculo de unión, una amistad sincera, genuina. “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.”(Pr 17:17). El amor de Cristo nos constriñe porque “es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.”(He 8:6). ¿Qué vamos a hacer? Pues, como Jonatán que reconocía a David como el ungido de Dios y futuro Rey de Israel, entregar los intereses de nuestras vidas a las manos de Aquel a quien Dios ha exaltado como Príncipe y Salvador (1Sa 20:14-16; 23:16-18). Otro ejemplo de una verdadera amistad fue el de Hiram rey de Tiro que mostró un amor muy semejante en pacto hacia David, y que siguió con su hijo Salomón. (1Re 5:1). 4. Su amor era abnegado. “Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David” (1Sa 18:4). El amor da hasta que el dar es sentido como un sacrificio. “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.” (Jn 10:11). Así fue con el amor de Cristo, que por causa de nosotros se despojó a Sí mismo y se humilló, para que por su pobreza nosotros fuéramos enriquecidos (2Co 8:9). ”Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” (2Co 5:14-15). 5. Su amor era bien merecido. Jonatán reconocía los atributos de David que “se portaba prudentemente”