710 - Saúl entre los profetas. 1Sa 10:10
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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710 – 1Sa 10:10 Saúl entre los profetas. Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos. El aceite especial para la unción era una mezcla de aceite de oliva, mirra y de otras especias costosas. Era derramado sobre la cabeza del rey para simbolizar la presencia y el poder del Espíritu Santo de Dios en su vida. Esta ceremonia de unción era para recordarle al rey su gran responsabilidad de guiar a su pueblo por medio de la sabiduría de Dios, y no por cuenta propia. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.” (Jn 16:13-14). 1. Separado mediante la unción. “Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel?” (1Sa 10:1), como señal de que el Señor lo había ungido. Los sacerdotes y reyes eran generalmente designados de esta forma (Éx 29:7; 2Re 9:3). Los llamados de Dios siguen siendo separados para Él mediante una santa unción “vosotros tenéis la unción del Santo” (1Jn 2:20, 27). Fue muy corto el tiempo entre la revelación del propósito divino a Saúl y el derramamiento del aceite de la consagración sobre su cabeza. Tan pronto como conocemos la voluntad de Dios, debemos apartarnos para Él. “habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo” (Ef 1:13). 2. Animado con promesas. El profeta le dio una guía con una triple palabra de seguridad. Había una promesa: 1. Con respecto a lo que le ocupaba. “Dos hombres… te dirán: Las asnas que habías ido a buscar, se han hallado” (1Sa 10:2). Dios permite que toda circunstancia sea para bien (Ro 8:28). Salio a buscar asnas y Dios lo guió a conseguir un reino. A la vez le recordaba su mortalidad. 2. Con respecto a sus necesidades materiales. “Tres hombres… te darán dos panes” (1Sa 10:3-4). Su necesidad física sería cubierta. 3. Con respecto a su necesidad espiritual. “El Espíritu de Jehová vendrá sobre ti” (1Sa 10:6). Tendría seguridad del llamado de Dios que haría que abundara toda gracia para él. Esta triple certidumbre la poseen todos los que han recibido la unción del Espíritu Santo (Ro 8:32). 3. Cambiado por la gracia. “Le mudó Dios el corazón” (1Sa 10:9a). No podemos contar este cambio como igual a la regeneración, pero por la gracia de Dios surgieron nuevos motivos y deseos en el corazón de Saúl. El cambio fue repentino e inesperado para Saúl. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2Co 5:17). Pero por la desobediencia de Saúl a la palabra de Dios va a ser desechazado por Dios. (1Sa 15:22; 16:14). Igualmente todo creyente es transformado, regenerado al aceptar a Cristo como su Señor y Salvador pero debe permanecer toda su vida en obediencia a la palabra de Dios (Jn 14:15; Tito 3:5). Es importante iniciar en los caminos de Dios pero también es importante perseverar hasta el final. Sigamos el ejemplo de Pablo en Fil 3:12-14. 4. Asegurado por medio de circunstancias. “Todas estas señales acontecieron aquel día” (1Sa 10:9b). Saúl tuvo muchas señales confirmadoras. Así mismo todo creyente “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” (Fil 2:13). “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas” (Mr 16:16-17). 5. Movido por el Espíritu. Samuel profetizó a Saúl “el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre.” (1Sa 10:6). Y se cumplió en Saúl que “El Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó” (1Sa 10:10-11). Las señales seguirán a los que creen.