699 - Rut, gracia y consuelo. Rut 2:13

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

699 – Rut 2:13 Rut, gracia y consuelo. Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas. Las dificultades y la escases capacitan, perfeccionan al creyente para la humildad, mansedumbre, servicio, y dependencia de la gracia de Dios. “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” (1Pe 5:10). Cuando Dios da gracia para ser humilde, también da sabiduría, fe y santidad. El tercer acto del libro de Rut introduce al tercer personaje principal de todo el relato llamado Booz (fuerza) y se identifica como un pariente de Elimelec (Rut 2:1). Noemí y Rut llegaron a Belén, casa de pan, sin fuerzas, pobres y sin pan pero Dios en su soberanía les guiará con su gracia para seguir moviendo las piezas en el ajedrez providencial hasta lograr el propósito planificado desde la eternidad, la redención del ser humano. “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará.”(Sal 37:5). 1. La gran humildad de Rut (Rut 2:2) “Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas”. El trabajo de recoger espigas era solo para los pobres (Lv 19:9-10; Dt 24:19). Rut al convertirse en espigadora muestra la humildad de una persona pobre en espíritu y verdad buscadora de la verdad en el campo de Dios antes que volverse a los ídolos en Moab. Su separación de la vida vieja era completa (2Co 5:17). No se avergonzaba de tomar el puesto de una buscadora de Dios. Porque “Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.” (1Jn 2:23). 2. Su buena porción. “Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec.” (Rut 2:3). El buen Pastor nos busca hasta que nos encuentra. Rut fue a espigar, a servir sin cargos sin conocidos sin maquillaje sin finas ropas pero con humildad, con su delantal, llena y guiada por el conductor Espíritu de Dios, como lo hace siempre con los que han dejado los falsos dioses (Sal 115:3-8). Era mientras estaba sirviendo con humildad que se encontró con este poderoso rico, Booz (de gran fuerza). La vida del creyente no es de casualidades ni de buena o mala suerte. Los creyentes genuinos “sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”(Ro 8:28). 3. Su testimonio escudriñado (Rut 2:5-7). El Señor y amo considera el caso de Rut. “Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven?” (Rut 2:5). El mayordomo le contó el buen testimonio de Rut. La luz del Espíritu de Dios alumbraba a través del testimonio de Rut porque “Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz.” (Lc 11:33) ella “resplandecía como luminares” (Fil 2:15). “He sabido todo”, dijo Booz (Rut 2:11a). Y “dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.” (Is 66:2). 4. Su camino, hecho claro (Rut 2:8). “Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas.” El plan divino sigue su curso. La gracia de Dios permite que Rut sea parte de los empleados de la casa de Booz. Todo temor se desvanece ahora con la certidumbre de tu gracia. Los buscadores de la verdad en el campo de su Palabra encontrarán gracia sobre gracia. “Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.”(Jn 1:16). “El SEÑOR recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles.” (2Cr 16:9) NVI. 5. Su reconocimiento lleno de gratitud. “Ella, bajando su rostro, se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que