698 - Rut, comienzo de la cosecha. Rut 1:22
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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698 – Rut 1:22 Rut, comienzo de la cosecha. Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada. El libro de Rut contiene la historia de un judío, Elimelec, que fue a un país lejano y, por medio de la recaída de aquel judío, una mujer gentil, Rut, es sacada del país lejano a la tierra de bendición. Luego, por medio de la fidelidad de la mujer gentil, la bendición es restaurada al judío. Una sencilla imagen de cómo judío y gentil están en el plan divino y todos reciben “la bendición de Jehová, y justicia del Dios de su salvación” (Ro 1:16-17). “Porque Él [Cristo] es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.”(Ef 2:14-16). 1. Llegando a la casa de pan (Rut 1:19a). “Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén” ¿Caminarán dos juntos si no están de acuerdo? (Amós 3:3). Esto nos recuerda a los dos que iban de camino a Emaús (Lc 24:13-14). El andar juntas de Noemí y de Rut es una hermosa imagen de nuestra comunión unos con otros en nuestro camino a la celestial Belén (casa de pan). No es llegar a cualquier ciudad, “sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos” (He 12:22-23). Nuestro andar con el Señor Jesús camino a la ciudad celestial, la casa del pan vivo, no puede ser interrumpido ni por la muerte. “Porque Yo vivo, y vosotros también viviréis” (Jn 14:19). 2. Una cordial bienvenida (Rut 1:19b). “y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?”. El regreso a una vida de simple confianza en Dios es volver al calor de un hogar. Belén puede representar a la Iglesia; así leemos que cuando llegaron a Belén toda la ciudad se conmovió por causa de ellas. Hay gozo entre los ángeles cuando un pecador se arrepiente: “Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.”(Lc 15:7). Hubo gozo en la casa cuando el hijo Pródigo volvió, el Padre dijo: “hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.” (Lc 15:22-24). Animemos a los hijos Pródigos volver a casa: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”(He 10:24-25). Si te has apartado de la fe, vuelve a casa, persevera, Jesucristo afirma: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.” (Ap 3:11). 3. Una grande amargura (Rut 1:20). “Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.” Noemí (dulzura) entiende que perdió la dulzura de la vida al apartarse del Dios vivo y verdadero. Cuidado con apostatar de la fe. “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1Ti 4:16). Pero el Dios de toda gracia, es un Dios de segundas oportunidades. “Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.” (Stg 5:19-20). 4. Una confesión humillante (Rut 1:21). “Me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías.” A veces tenemos que ser vaciados para poder ser restaurados a la fe en Dios.