696 - Sansón, libertador fuerte y carácter débil. Jue 16:6
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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696 – Jue 16:6 Sansón, libertador fuerte y carácter débil. Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser dominado. El último libertador en el libro de Jueces resulta ser un cuadro en miniatura de la condición espiritual de la nación de Israel. Veamos la comparación: Jehová escogió a Israel antes que existiera y lo apartó para sí mismo como nación santa a través del pacto (Jue 2:1; Gn 12:1-3; Éx 19:5-6); a Sansón lo escoge antes de su concepción y lo aparta a través del voto de nazareo (Jue 13:3-5). Jehová dio a Israel la tierra (Jue 2:1), y a Sansón una fuerza sobrehumana. Israel rompe el pacto (Jue 2:2); Sansón, su voto (Jue 16:17–19; 14:8–10; 15:15). Los israelitas se casan con mujeres paganas (Jue 3:6); Sansón con un carácter débil también tiene relaciones amorosas con mujeres paganas (Jue 14:1-20; 16:1-21). Jehová por el pecado de la nación entrega a los israelitas en manos de sus enemigos, y a Sansón también (Jue 16:20-21). Dios responde en su misericordia al clamor de Israel, y a los clamores de Sansón (Jue 15:18-19; 16:28-30). Por lo tanto, la vida de Sansón se alterna entre: La luz y la sombra, la fuerza humana y el débil carácter. 1. Hazañas asombrosas.”Despedazó al león como quien despedaza un cabrito” (Jue 14:6). “Y hallando una quijada de asno fresca aún, mató con ella a mil hombres” (Jue 15:15). “Tomando las puertas de la ciudad [de Gaza] con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro” (Jue 16:3). En Sansón se cumplió literalmente la promesa: “Un varón de vosotros perseguirá a mil” (Jos 23:10). Sansón no tuvo seguidores ni ayudante solo él fue comisionado; solo él debía llevarlo a cabo. Nunca haremos hazañas para Dios si esperamos que otros nos ayuden. Un hombre en el poder del Espíritu es suficiente para la ocasión. “Mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo”. Las armas empleadas por Sansón eran dignas del poderoso Espíritu del Señor. Para el mundo: “Cosas necias, débiles y menospreciadas” (1Co 1:27-29). 2. Una fuerza espiritual. “Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza” (Jue 16:6). Sansón no era un gigante ni alzaba pesas; por ello, su gran fuerza no residía en un brazo de carne. El secreto de su gran fuerza residía en la presencia del Omnipotente Espíritu de Dios en Él, como consagrado a la voluntad de Dios. “Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos” (Hch 1:8). Éste sigue siendo el secreto de la gran fuerza de cualquier siervo de Jesucristo. Esta gran fuerza puede ser tuya pero no puede ser comprada ni por dinero ni por la sabiduría intelectual ni por la posición social ni en un taller motivacional. Es don de Dios (Hch 8:18-20). 3. Una intensa tentación. “Presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia” (Jue 16:16). Toda la tentación va dirigida a lo que distinguía a Sansón de todos los demás hombres, “en qué consiste tu gran fuerza” (Jue 16:15). Al enamorarse de Dalila cae en yugo desigual y desde el inicio ella trata de arruinarlo como nazareno (Jue16:5-6), demostrando ser enemiga del propósito divino en la vida de Sansón. Las alianzas impías son como el veneno de la serpiente antigua, enemigas mortales del poder espiritual. Nuestro punto más poderoso para con Dios será el más atacado por el diablo, el mundo, y la envidia incluso de falsos hermanos en su resistencia al Espíritu. “Invócame en el día de la angustia.” (Sal 50:15). “no nos metas en tentación, mas líbranos del mal” (Mt 6:13; 1Co 10:13). 4. Un total fracaso. “Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y… luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero no sabía que Jehová ya se había apartado de él” (Jue 16:19-20). Mientras dormía le cortaron el cabello, y le abandonó su gran fuerza, el poder de la presencia de Dios. Quedó como rama seca,