695 - Sansón, nace un libertador. Jue 13:5,24
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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695 – Jue 13:5,24 Sansón, nace un libertador. Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos. Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo. El Señor se apareció a la mujer de Manoa, y le prometió un hijo. Con toda sencillez ella creyó el mensaje, y esperó por cuanto Dios había prometido, “porque todas las promesas de Dios son en Él Sí, y en Él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.” (2Co 1:20). Jesús, Jeremías, Juan el Bautista y Pablo también fueron llamados a su misión antes de nacer (Is 9:6-7; 49:1, 5-6; Mt 1:21; Lc 1:31-33; Jer 1:5; Lc 1:15-17; Gá 1:15), y todos ellos se destacaron. De Sansón el lector espera lo mismo. El ángel de Jehová, una teofanía de Cristo pre encarnado, anunció a la esposa de Manoa dos promesas: que ella daría a luz un hijo varón (Jue 13:3), y que éste comenzaría a librar a Israel de los filisteos (Jue 13:5). La primera promesa se cumple en Jue 13:24, y la segunda en Jue 14-16. 1. Sansón fue un regalo de Dios (Jue 13:3) “A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo.” Lo que ellos no podían hacer por la debilidad de la carne lo llevó a cabo Dios en su gracia “porque nada hay imposible para Dios.” (Lc 1:37). De la nueva naturaleza se dice: “No… engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Jn 1:13). Cada alma regenerada es don de Dios para un mundo tenebroso y desolado, otra luz en las tinieblas, otro testigo para Dios. (Dn 12:3). 2. Nació libre de defectos hereditarios. La madre fue exhortada por Dios: “No bebas vino ni licor, ni comas cosa inmunda” (Jue 13:4). El cuerpo físico, como templo del Espíritu Santo, tiene que ser puro y digno de Él “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.”(1Co 3:16-17). Los que quieren entrar en la labor de parto de almas tienen que vivir en santidad y no tocar lo inmundo. “Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Jn 3:6). El alma que ha nacido de lo alto, nacida de Dios, no posee ninguna tacha hereditaria porque los tales han sido hechos “partícipantes de la naturaleza divina” (2Pe 1:4). “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en Él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios” (1Jn 3:9). 3. Su nacimiento está relacionado con un sacrificio y un milagro. “Manoa tomó… una ofrenda… sobre una peña…; y el ángel hizo un milagro… el Angel de Jehová subió en la llama del altar” (Jue 13:19-20). Observemos tres cosas: 1) La ofrenda; 2) el milagro; 3) la ascensión por la llama del altar. Esto es tipo de la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo nuestro Señor, y del nuevo nacimiento de cada hijo de Dios (Ro 6:4). Su ofrenda sobre la cruz, el milagro de su poder y gloria en su resurrección, su ascensión al cielo, con las marcas de la cruz en sus manos y en sus pies, ya que estuvieron “en la llama del altar”. Esto hizo que “Manoa y… Su mujer… se postraron en tierra” (Jue 13:20). Y bien podemos nosotros hacer lo mismo delante de este maravilloso espectáculo como hizo el profeta Ezequiel (Ez 1:28). 4. Fue apartado para Dios. “El niño será nazareno a Dios” (Jue 13:5). Su separación no fue por voto, sino por nacimiento (Nm 6:5). Si hemos “nacido de Dios”, creados de nuevo en Cristo Jesús, esto es suficiente para enseñarnos que debemos separar nuestras vidas de un mundo de pecado e iniquidad (2Co 5:17; 6:17). Cuando se separa lo precioso de lo vil, entonces el testimonio será como la misma boca de Dios: “Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso