690 - Gedeón, llamado a ser libertador. Jue 6:14

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

690 – Jue 6:14 Gedeón, llamado a ser libertador. Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? Israel hizo lo malo delante de Jehová, y la consecuencia fue la que siempre será cuando nos apartemos del Señor nuestro Redentor: esclavitud y opresión bajo la mano de un enemigo (Jue 6:1-2). Pero cuando eran oprimidos, empobrecidos clamaban a Jehová (Jue 6:6), y Él los salvaba de sus angustias enviándoles un profeta para exhortarles, y a un libertador para salvarlos. Dios llama a servir en su obra a gente ocupada. La Biblia ofrece algunas características del llamamiento y ésta es una muy típica: estar cumpliendo con su deber al tiempo de ser llamado. Por otro lado, muchos han vivido vidas de dolor y fracaso porque han perdido de vista su llamamiento. No es así con los llamados de Dios, como lo fue Gedeón. 1. El temor al enemigo. “Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas” (Jue 6:11). ¡Qué imagen de una vida bajo el temor del enemigo! La separación de Dios lleva a tener temor del hombre y el enemigo de nuestras almas. Pero al vivir bajo la presencia de Dios, el Espíritu Santo nos fortalece con su poder al recordarnos: “No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.” (He 13:5-6). 2. Varón esforzado y valiente. “El ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente” (Jue 6:12). Es una teofanía de Cristo pre encarnado y predicó a Gedeón el Evangelio de la gracia de Dios: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente”. Cristo en su voluntad y propósito desea bendecirte y hacer de ti una bendición, fortaleciéndote con la fuerza de su poder (Ef 6:10). El Espíritu Santo recuerda nuestros privilegios como pueblo de Dios. “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” (1Jn 4:4). 3. Deshonra por el pecado. Y Gedeón le respondió: “Si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto?”. Todo les había sobrevenido por la incredulidad. Pero Dios padre de misericordias no descarta ni niega para siempre a su pueblo. Si el Señor está con nosotros, ¿por qué nuestro testimonio es tan estéril y nuestras oraciones tan impotentes? La causa es: “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” (He 3:12; 2Cr 15:2). 4. Llamado a ser libertador. El Señor lo miró y le dijo: “Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío Yo?” (Jue 6:14). Su poder residía indudablemente en la fe de la presencia de Jehová con él (Jue 6:12). Sansón no era un gigante ni levantaba pesas; su gran fuerza estaba en el poder del Espíritu Santo con él. Alma llena de dudas, aquí tienes el secreto del poder, ve con esta tu fuerza, la de Jesucristo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra… y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mt 28:18-19). ¿Qué más necesitas? Fe. 5. Una excusa común. “Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre… y yo el menor” (Jue 6:15). Excusas como Moisés (Éx 3:11), Saúl (1Sa 9:21), Jeremías (Jer 1:6). La pobreza y la debilidad no son argumentos en contra de las abundantes riquezas de su gracia y de su poder para con nosotros. Dios ha prometido “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” (2Co 12:9). Nuestra consciente debilidad es una de las mejores calificaciones para la obra de Dios. Por lo tanto, gocémonos en nuestras debilidades “porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (1Co 1:27; 2Co 12:10). 6. La promesa de la presencia de Dios. “Jehová le dijo: Ciertamente Yo estaré contigo” (Jue 6:16). La presencia de Dios significa la provisión para todas nuestras necesidades como sus siervos.