663 - Un pueblo santo para Dios. Dt 7:6
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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663 – Dt 7:6 Un pueblo santo para Dios. Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. ¿Cómo fue que Israel mereció ser escogida por sobre todas las naciones de aquella época? No fue por mérito de Israel, sino por la fidelidad de Dios a su promesa a los antepasados de Israel. Una vez más Dios escoge al menor como hizo con Isaac, Jacob, José, Moisés, David ahora con Israel le dice: “vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos” y los escogió por amor (Dt 7:7-8). De la misma manera que Dios escogió a Israel, hoy en día ha escogido a todos los creyentes para ser parte de su preciada posesión. De manera similar, no es por mérito propio que hemos llegado a la fe en Cristo. Fuimos escogidos por su bondad y gracia. “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (Ef 2:4-5). I. Los privilegios del pueblo de Dios. Ellos son: P1. Escogidos. “Jehová tu Dios te ha escogido” (Dt 7:6). Escogidos en Cristo (Ef 1:4). Según el propósito de Dios (Ro 8:28; 1Pe 1:2-9). P2. Santo, especial. “tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios, para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.”(Dt 7:6). “con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz”. Y a Cristo “quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” (Tito 2:14). P3. Redimidos. El Señor “os ha rescatado de… Egipto” (Dt 7:8). Redimidos por la sangre. Damos gracias a Dios “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.” (Col 1:12-14; 1Pe 1:18-19). De la maldición de la ley (Gá 3:13). Para Dios (Ap 5:9). P4. Asegurados. “Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones” (Dt 7:9). Fiel es el que prometió. “Estas cosas os he escrito para que sepáis” (Jn 5:13). P5. Favorecidos. “Bendito serás más que todos los pueblos” (Dt 7:14). Tienen luz en sus moradas (Éx 10:23). Todas las cosas de la providencia obran juntamente para su bien (Ro 8:28). P6. Preservados. “Quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti” (Dt 7:15). Las enfermedades de Egipto eran los frutos de la incredulidad (Éx 9:14; He 12:6-7). P7. Honrados. “Jehová tu Dios está en medio de ti” (Dt 7:21). “Habitaré y andaré entre ellos” (2Co 6:16). Y Cristo mora en nuestros corazones por la fe (Ef 3:17). P8. Poderosos. “Nadie te hará frente hasta que los destruyas” (Dt 7:24). Los interlocutores de Esteban, que estaba lleno del Espíritu Santo, “no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba” (Hch 6:10; Miq 3:8; Hch 1:8). II. Las responsabilidades del pueblo del Señor. No debe existir: 1. Componendas con el enemigo. “No harás con ellas alianza” (Dt 7:2-3). “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos” (2Co 6:14). Cuidado con los modernos gabaonitas (Jos9:6; Éx 10:24-26). 2. Convivencias algunas con el culto falso. “Sus altares destruiréis” (Dt 7:5, 24-25). La fe cristiana no honra ni venera ni adora ídolos, imágenes. “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” (Jud 1:3). Cuando el Arca del pacto fue puesta junto a Dagón éste se cayó de su altar y quedo postrado ante el arca del pacto (1Sa 5:2-4; Jn 12:32).”¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí está cubierto de oro y plata,