644 - Moisés, la sangre del pacto. Ex 24:8
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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644 – Ex 24:8 Moisés, la sangre del pacto. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. Dios hizo un pacto solemne con Israel. Fue muy enfático, tipificando el pacto de gracia entre Dios y los creyentes por medio de Cristo. Un pacto es un acuerdo entre dos partes, algo establecido entre ellos como base de acuerdo y vínculo de unión perpetua. El establecido en Éx 12:1-51: “Y la sangre os será para señal”. Éste era el lado humano. “Veré la sangre”. Éste era el lado divino. En Ex 24:1-8 se estableció el primer pacto sellado con sangre animal tipo del nuevo pacto prometido en Jer 31:31-34, establecido por Jesús: “esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” (Mt 26:28). Un nuevo pacto consumado con la sangre de Cristo para ser “Reconciliados mediante la muerte de su Hijo.” (Ro 5:10). Un nuevo pacto mejor que el primero. “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador [Cristo] de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.” (He 8:6-7). 1. Cuándo esta sangre fue derramada (Ex 24:1-4). Como con la muerte de Cristo, así con el sacrificio aquí, veamos las cosas en común. Fue después que: 1. Dios fuera honrado. “Sube ante Jehová… y os inclinaréis” (Éx 24:1). Antes de llegar a la Cruz Cristo tuvo este testimonio de agradar a Dios “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” (Mt 3:17). Moisés se acercó a Jehová. Cristo adoraba en el lugar santísimo “Este era en el principio con Dios.” (Jn 1:2). 2. Fuera revelada la palabra de Dios. “Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová” (Éx 24:4). El Camino fue revelado antes que el sol se pusiera. Cristo terminó y declaró las obras dadas por el Padre antes de morir. Padre “he acabado la obra que me diste que hiciese. Les he dado las palabras que me diste” (Jn 17:4,8). 3. Edificara un altar. “Y Moisés edificó un altar” (Ex 24:4). La cruz apareció antes que el sacrificio fuera hecho. “Y Él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; y allí le crucificaron” (Jn 19:17-18). 2. Lo que esta sangre significa. Sacrificio, y esto implica: 1. Perdonar el pecado. Las personas sin Cristo están “ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.” (Ef 2:12). Pero al aceptar a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador: “la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” (1Jn 1:7). 2. Sustitución. Las ofrendas y los sacrificios eran a Jehová, y en favor del pueblo. Cristo fue nuestro vicario, sustituto: “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.” (1Pe 2:22). 3. Propiciación. “siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre”, en su sacrificio (Ro 3:24-25). 4. Salvación. Por pura gracia de Dios. Isaac fue salvado porque Dios se proveyó de un carnero y tomó su puesto en el altar (Gn 22:13). Cristo “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” (Jn 1:29), “que por medio de Él [Cristo] se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en Él es justificado todo aquel que cree.” (Hch 13:38-39). 3. Dónde fue rociada la sangre (Ex 24:6-8). 1. Rociada sobre el altar. “Moisés tomó la mitad de la sangre y… esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar” (Éx 24:6). La división en dos mitades de la sangre entre el altar y el pueblo indica el doble carácter del sacrificio de Cristo. A la vez cumple la ley y hace la paz. Al hacer la voluntad del Padre provee redención para el hombre. En Cristo quedan satisfechos todos