622 - La agenda global divina. Gn 11:1,4
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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622 – Gn 11:1,4 La agenda global divina. Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. La falsa doctrina, que usó la serpiente antigua en el huerto de Edén, no moriréis, seréis como Dios (Gn 3:4-5) continúa engañando al ser humano incluso a los creyentes sin discernimiento espiritual. La agenda global humana, liderizada por unos pocos de la elite del mundo, hace tiempo vienen construyendo la torre de Babel contemporánea para dar paso a un único gobierno mundial, el último gobierno gentil con un dictador mundial, el anticristo. Fabricando sus propios ladrillos con la ciencia, la tecnología y la inteligencia artificial juegan a ser dioses, creando seres humanos según sus deseos, y tratando de ser eternos. “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.”(Pr 16:25). 1. La ambición humana (Gn 11:3-4). “Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.” El corazón del ser humano se describe así: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” (Jer 17:9-10). Observemos el corazón sin Dios: 1) El deseo del corazón humano. “Hagámonos un nombre.” El ser humano sin Dios busca un nombre para sí, y uno hecho por él mismo. “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” (Pr 23:7). Coré se rebeló contra Moisés queriendo hacerse un nombre, ser reconocido como líder, y Dios envió juicio perdiendo la vida más de 14mil personas junto a Coré, su familia, y seguidores (Nm 16:1-50). Es posible hacer la obra cristiana con el mismo objetivo y no ser aceptada por Dios. 2) El método humano. “Edifiquémonos una ciudad y una torre.” Aquellos que son justos en su propia opinión tratan de edificar para sí mismos una ciudad segura y una torre de esperanza. “Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios” (Ro 10:3). Gracias a Dios, Jesucristo ha levantado una ciudad y torre, donde todo su pueblo puede gozar de salvación y esperanza (Jn 14:1-3). 3) Los medios humanos. “Hagamos ladrillo.” Los que quieren salvarse por sus propias obras tienen mucho que hacer: Sus propios ladrillos y su torre de Babel. En Lc 18:11-12 vemos a uno de estos fabricantes de ladrillos muy ocupado en su trabajo. Con la ciencia, la tecnología, y la inteligencia artificial, el ser humano está haciendo sus propios ladrillos. Juegan a ser dioses manipulando el ADN para crear una especie humana superior. El superhombre según Nietzche. Seleccionan el color de los ojos, cabello, sexo, estatura, y sin la posibilidad de enfermarse para ser eternos. 2. El desagrado divino (Gn 11:5-9). La obra de cada hombre será probada ¿Qué obtendremos de toda nuestra edificación si no agrada a Dios? Será madera, heno, hojarasca, que no pasa la prueba del fuego de Dios (1Co 3:9-16). 1) La supervisión divina. “Descendió Jehová para ver” lo que edificaban. Los ojos de Jehová escudriñarán cada ladrillo o joya. Todo motivo y acto por igual tiene que ser puesto a prueba. “Sin fe es imposible agradar a Dios” (He 11:6). 2) La confusión repentina. “Allí confundió Jehová…, y dejaron de edificar”. Evaluemos que la presencia de Dios significa confusión al religioso que busca lo suyo propio. Pero “el que creyere en Él [Cristo], no será avergonzado” (1Pe 2:6). 3) Dispersión total. “Los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra”. Les sobrevino el mal que esperaban. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras,