621 - Primer pacto de Dios con la creación. Gn 9:9-10

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

621 – Gn 9:9-10 Primer pacto de Dios con la creación. He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.   Dios establece un pacto con los únicos seres humanos salvos del diluvio, Noé y su familia. Es el primer pacto de cinco pactos que Dios hace con la humanidad: El pacto Noénico, pacto Abrahamico, pacto Mosaico, pacto Davídico, y el Nuevo pacto. El pacto Noénico establece dos principios: 1) El ser humano debe respetar la vida humana, lo más sagrado de la creación para Dios, porque es hecho a su imagen y semejanza. 2) Dios promete no volver a destruir la vida con un diluvio, “pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.” (2Pe 3:7). 1. El respeto a la vida (Gn 9:3-6). 1) El ser humano queda libre para consumir carne animal y vegetal pero no para maltratarlo. “Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.” (Gn 9:3-4). Esta medida protege al animal del sufrimiento. No se debe comer un animal que aún esté con vida. En la interpretación hebrea la vida estaba en la sangre. No consumir sangre es una de las leyes alimentarias más importante del AT (Lv 3:17; 17:11; Dt 12:16-25; 1Sa 14:32-34). 2) El respeto por la vida humana. “Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.” (Gn 9:5-6). "Demandaré" significa que Dios quiere que cada persona rinda cuentas de sus acciones. No podemos dañar ni quitar la vida a un ser humano sin dar cuentas a Dios. Habrá castigo. La justicia de Dios se aplicará. Es sumamente grave porque es quitar la vida a una persona hecha a la imagen de Dios. 2. El pacto Noénico (Gn 9:8-17). “Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.” (Gn 9:11). Dios expresa la fidelidad a la humanidad a través de Noé en términos de un pacto (el Pacto Noénico) con varios elementos agregados al pacto ya iniciado en Gn 6:18; 8:21. Primero, Dios restaura al hombre a su propósito original: “Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.” (Gn 9:1,7). Segundo, las plantas como los animales servirán de alimentos al hombre (Gn 9:3). Tercero, Dios otorga a Noé, a sus descendientes, y a todo ser vivo una señal visible y recordatoria que garantiza el cumplimiento de su pacto de no volver a exterminar la vida en su totalidad con el agua. Esta señal es el arco iris. “Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.” (Gn 9:13). Mi arco he puesto: El arco iris, es un fenómeno físico al cual Dios le asigna un significado: la misericordia constante y segura del Señor. Dios repite su compromiso cinco veces en Gn 9:12-17. Podemos estar seguros que Dios cumple sus promesas (2Co 1:20). Pero la tierra actual será redimida por fuego de la maldición por el pecado del hombre según Ro 8:19-21. Será al final del mileno. El apóstol Pedro enseña: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.” (2Pe 3:10; Ap 21:1). 3. El pecado sigue en el ser humano (Gn 9:18-27).