611 - Dios le da forma a la tierra. Gn 1:3
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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611 – Gn 1:3 Dios le da forma a la tierra. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. La triple condición del ser humano sin Dios es desordenada, vacía y en tinieblas al igual que la tierra al principio que “estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas“ (Gn 1:2). Para salir de esa triple condición es necesario nacer de nuevo como Jesucristo enseña “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Jn 3:5). La persona experimenta el nuevo nacimiento, nueva creación, por la palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo. Al oír la palabra de Dios, y por la fe recibe, acepta a Jesucristo como su Señor y Salvador, el Espíritu Santo se mueve, actúa en él haciendo la obra de la regeneración ya que “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” (Tito 3:5). Por lo tanto, la regeneración no es resultado de una operación del corazón natural. No es evolución, sino creación, nueva criatura en Cristo (2Co 5:17). Nacidos, no de voluntad de hombre, sino de Dios. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Jn 1:12-13). Nacidos de arriba porque “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (Jn 6:63). D1. El poder de la palabra de Dios (Gn 1:3-5). “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.” “Dijo Dios… y fue”. Él habló, y quedó hecho. La palabra de Dios es viva y eficaz (He 4:12). Esta palabra, esta energía poderosa, está en el evangelio de Cristo. Es poder de Dios para salud. Dijo ¡Lázaro, ven fuera! (Jn 11:43). Con el poder de su palabra Dijo Dios y creó todas las cosas (Gn 1:3,6,9,11,14,20,24,26,28,29). “Sea la luz; y fue la luz” ¿Por qué crea la luz y aún el sol, la luna, y las estrellas no se han creado? Serán creados el día 4 (Gn 1:14-19). Entonces ¿Cuál es esta luz en el día 1? Espiritualmente creemos que esa luz es la gloria de Dios, mayor que cualquier otra iluminaría (Ap 21:23). Su presencia sobre la tierra. Dios “habita en luz inaccesible” (1Ti 6:16). “Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en Él.” (1Jn 1:5). Desde el primer día en Cristo, su luz disipa, quita las tinieblas del creyente: “Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.” (Gn 1:4-5). La palabra de Dios, por el poder del Espíritu Santo obrando en el “nuevo hombre”, aparta lo espiritual de lo carnal. “¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas?” Ninguna (2Co 6:14-18). D2. El Dios del cielo (Gn 1:6-10). “Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.” Enseña atributos de Dios: Infinito(Job 22:12; 38:1-11; 2Co 12:2). Glorioso (Sal 19:1). Grande (Sal 104:1-3; Is 48:13). Altísimo, Sublime, Santo (Is 57:15, Dn 4:34). Trascendente. Trasciende la creación y los cielos (1Re 8:27; Is 55:9). D3. Fruto según su género (Gn 1:11-13). En el día tercero “dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.” (Gn 1:11). Igualmente el fruto del creyente será según su género, a semejanza de Cristo, fructífero por la fe. No es por la habilidad humana sino por la obediencia a la simiente, la mejor semilla, la palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo. Pues “siendo renacidos, no de simiente corruptible,