599 - Cualidades del líder sabio. Ecl 8:1

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

599 – Ecl 8:1 Cualidades del líder sabio. ¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.   El líder que práctica la sabiduría es un ejemplo, modelo para los que los rodean y deja un legado para las siguientes generaciones. Por lo cual, Dios al revelarnos más verdad, con frecuencia lo hace a través de personas de carne y huesos, con las cuales podemos identificarnos. Al enseñarnos sobre la importancia de la fe no se queda en teoría, usa como modelo a Abraham, conocido como el padre de la fe. Para ampliar el tema del perdón no dice simplemente “deberías perdonar” sino que nos da el ejemplo de José quien perdonó a sus hermanos por su maltrato. Dios no se queda en la teoría al enseñarnos a confiar en Él para resistir solos y perseverar con integridad durante las pruebas difíciles, sino que da como ejemplo a Job y al profeta Elías. Dios también nos enseña con colores vivos y reales a héroes con debilidades, lados oscuros, cicatrices, arrugas, verrugas y todo para que evitemos las malas decisiones y pecados de Jonás, Sansón, el orgullo del rey Saúl, y el adulterio de David. Dios mueve a Salomón, a proporcionar en Ecl 8:1-9 por lo menos cinco cualidades de un líder sabio, con el ejemplo de una persona sabia, bondadosa que está en un puesto de autoridad, liderazgo, y que incluye a cualquiera que tenga autoridad sobre la vida de otros como supervisores, coordinadores, empresarios, gobernantes, gerentes, pastores, padres de familia. Dios afirma “Conmigo está el consejo y el buen juicio; Yo soy la inteligencia; mío es el poder.” (Pr 8:14). C1. Ideas claras (Ecl 8:1a). “¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas?”. Salomón hace una pregunta retórica para hacernos pensar, reflexionar y no para encontrar una respuesta precisa. El pensamiento es: “Nadie puede compararse con el líder sabio” ya que comprende, conoce el cuadro completo para poder responder el por qué. La palabra clave  es “declaración” que significa explicar cosas difíciles, misteriosas, es saber cómo llegar a la raíz de las cosas. La persona que conoce cómo hacer las cosas trabajará para aquel que sabe el por qué de ellas. Un capitán capacitado sabe hacia dónde va el barco y porqué, no necesariamente conoce todos los comos de la nave pero si sus porqués. El liderazgo de los ministerios en las iglesias requiere de personas que conozcan los porqués para responder ¿Por qué creemos lo que creemos? ¿Por qué nos reunimos? ¿Por qué hacemos o dejamos de hacer algo? ¿Por qué nos movemos en una dirección? El seguidor sabe el cómo; el líder, el por qué. C2. Una disposición alegre (Ecl 8:1b). “La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.” El líder sabio mantiene una disposición alegre, que contagia a sus seguidores con su buen ánimo. Al contrario el liderazgo con tosquedad, dureza, inflexible, nervioso y rostro severo tristemente puede contaminar y dañar una organización. Preocupémonos no por las arrugas causadas por la risa, la alegría sino por las causadas por la preocupación y seriedad. Cada quien es responsable por su cara pero si se desea ser un líder sabio debe tener ídeas claras y no omitir una disposición alegre. “En la alegría del rostro del rey está la vida, y su benevolencia es como nube de lluvia tardía.” (Pr 16:15). C3. Boca discreta (Ecl 8:2-4). “Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios. No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere. Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: Qué haces?” Salomón insta a los empleados a ser fieles, leales y dignos de confianza. Pero el líder sabio, que controla su lengua, tono de voz, teniendo tacto, discreción, reconciliación, y no dejando de usar palabras como por favor, gracias, muy bien, ayudará a que los empleados permanezcan leales,