588 - El sacrificio de los necios. Ecl 5:1

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

588 – Ecl 5:1 El sacrificio de los necios. Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.   El creyente que crece continuamente en santidad y el conocimiento de Dios, tendrá una actitud de adoración a Dios correcta en el termor de Dios. Pero cuando el creyente deja de crecer espititualmente su vida espiritual se vuelve una rutina, algo mecanico, sin sentido como perseguir el viento para atraparlo, y comienza a hacer el sacrificio de los necios. El sacrificio de los necios es una amonestación a tener una conducta ante Dios seria, comprometida, meditada, reverente, como lo requiere la infinita distancia que hay entre Dios y el ser humano. Dios recuerda al ser humano debajo del sol sus principales atributos: “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.” (Is 57:15). Dios recuerda a sus hijos que somos el santuario, el templo del Dios viviente (1Co 3:16), y Él [Dios] solo envía un avivamiento verdadero al humilde y contrito de corazón que tiembla a su palabra (Is 66:2). Cómo creyente qué deseas: ¿vivir un continúo avivamiento? o ¿vivir haciendo el sacrificio de los necios? Veamos ¿Cúales son los sacrificios de los necios?   1. No prestar atención a la palabra de Dios (Ecl 5:1). “Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.” Muchos desean las bendiciones de Dios, eso está  bien, pero las bendiciones de Dios están condicionadas a nuestra obediencia, prestar atención, tener reverencia en la adoración a Dios. Salomón advierte que más importante que el rito de ofrecer el animal era oír la palabra de Dios y obedecerla (Ecl 5:1). Por eso, Samuel reprendió a Saúl diciendo: “Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1Sa 15:22). Uno de los sacrificios de los necios es no prestar atención a la palabra de Dios, que incluye no obedecerla y perder las bendiciones de Dios. Por lo tanto, "guarda tu pie" significa ser cuidadoso. Cuando entramos en la casa de Dios, debemos ir con una actitud correcta para poder estar con mente,  corazón, oídos abiertos y listos para escucharle, no para dictarle lo que pensamos que Dios debe hacer. Algunos que hacen el sacrificio de los necios dicen: Si, en la palabra de Dios dice así pero yo pienso y hago a mi manera. Dios nos advierte “Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra [Moisés], mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos [a Jesucristo]. Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.” (He 12:25,28,29). 2. La mucha palabrería (Ecl 5:2-3). “No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.” Los que practican el sacrificio de los necios creen que por la mucha palabrería serán: oídas y cumplidas sus oraciones, elogiado por enseñar más y mejor, ser mejor orador. Jesucristo enseña la practica correcta en la oración: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.” (Mt 6:7-8). Dios exhorta a ser prudente con las palabras porque “Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio;