581 – Dios ha puesto eternidad en el corazón. Ecl 3:11

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

581 – Ecl 3:11 Dios ha puesto eternidad en el corazón. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.   ¿Tu corazón está inclinado a lo eterno o a lo temporal? Lo que pertenece a la eternidad no puede hallar su correlativo en aquellas cosas que solo son temporales. Aunque hay “un tiempo” para cada propósito debajo del cielo, no hay nada determinado por el tiempo que no sea “vanidad y perseguir el viento” para aquello que es eterno. Por cuanto Dios ha puesto eternidad en el corazón, Él tiene la intención de poner allí cosas eternas para glorificar su nombre en la vida debajo del sol y por la eternidad. ¿Por qué Dios lo hizo así? Porque “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.” (Is 43:7). “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad.” (Sal 115:1). Salomón se asombra al ver que no encuentra satisfacción en lo temporal, y es que Eclesiastés es la autobiografía de un recaído, apartado de la fe por perseguir la vida debajo del sol sin Dios,  y por ello no hay por qué sorprendernos de su imprecisión. Apártate de Dios, y pronto verás las cosas de manera borrosa, te encontrarás en una neblina, en una niebla espiritual de tu propia creación, lo temporal e irás vacilante hasta perder tu salvación, naufragando en la fe, como barco que se desata del muelle deslizándose poco a poco por el oleaje, y termina naufragando en alta mar. “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Y ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (He 2:1,3).   1. El provecho de lo temporal (Ecl 3:9-10). ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. ¿Alguna vez ha trabajado usted larga y diligentemente en un proyecto que fracasó? ¿Recuerda la frustración que le causó? ¡Qué pérdida de tiempo! Hasta dan ganas de llorar. ¿Le gustaría invertir toda su vida en labores que no prosperan? Invierta su vida en lo temporal y vera igual que Salomón, que no tiene provecho eterno. Jesús recuerda a sus discípulos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mt 16:24-26). 2. Dios ha puesto eternidad en el corazón (Ecl 3:11). “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.” Dios "ha puesto eternidad en el corazón de ellos" significa que nunca podremos estar completamente satisfechos con los placeres y logros terrenales. Dios nos ha creado a su imagen y tenemos: Deseos espirituales, valores eternos, y nada que no sea el Dios eterno puede satisfacernos verdaderamente. Los que aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, somos nuevas criaturas que podemos entender cómo vivir para lo eterno ya que: “nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.” (1Co 2:12,16). El ladrón en la cruz aceptó a Jesús como su Rey y Señor diciendo: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.” (Lc 23:42-43). 3. El gozo es don de Dios (Ecl 3:12-13). “Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba