575 – Lo torcido no se puede enderezar. Ecl 1:15

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

575 – Ecl 1:15 Lo torcido no se puede enderezar Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse.   El ser humano es como un viajero desesperado que viaja de una ciudad a otra ciudad, de un país a otro país, buscando alcanzar metas, obtener logros que satisfaga su vacio. La Biblia ya había profetizado al viajero desesperado de los últimos tiempos afirmando: “Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.” (Dn 12:4b). El ser humano busca la satisfacción, la felicidad de la vida a través de la ciencia, la educación, la filosofía y los logros obtenidos con sus obras realizadas. Con una mayor cantidad de obras realizadas, ganadoras de premios nobel y otros reconocimientos, pareciera que pueden  alcanzar llenar el vacio de la satisfacción. Salomón, al escribir acerca de su propia vida, investiga minuciosamente sobre los logros humanos y su valor real, y descubrió que ni sus logros ni su sabiduría lo hicieron feliz. La verdadera sabiduría se encuentra en Dios y la verdadera felicidad viene cuando le agradamos a El. 1. La investigación meticulosa (Ecl 1:12-13). “Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén. Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él.” Salomón inicia su búsqueda de la felicidad basándose en todas las oportunidades que tuvo como rey sobre Israel y apoyadose con su sabiduría y conocimiento, se dedicó a inquirir y a buscar, que significa hacer hace una investigación minuciosa, de toda actividad, logro del ser humano debajo del sol, demostrando que todo es vanidad y aflicción de espíritu.   2. Lo inútil de la obra del hombre (Ecl 1:14). “Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.”  Debajo del sol es una figura literaria, la metominia, usada para referirse al lugar, la tierra, donde habita el ser humano sin Dios y vacio de satisfacción. Salomón en su investigación llega a la conclusión que todo logro del ser humano es penoso, futil, inútil, completa vanidad, vacio y no permite por mucho que se esfuerce, alcanzar la satisfación de la vida. Es tan inútil como correr detrás del viento para tratar de atraparlo. Ya había dicho que “Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.” (Ecl 1:8). 3. Lo torcido no se puede enderezar (Ecl 1:15). “Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse.” Salomón apoya su veredicto en sus observaciones personales que habían demostrado que los logros del hombre dejan mucho que desear. El esfuerzo y acción humanos no pueden enderezar todas las irregularidades o contrarrestar todas las deficiencias que se observan en las cosas. Más adelante va a concluir: “Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que Él torció?” (Ecl 7:13). Por lo tanto, ni la ciencia, la filosofía, la educación no pueden cambiar la naturaleza humana para ser feliz, alcanzar la satisfación de la vida. El dicho popular nos recuerda que “árbol que crece torcido nunca su tronco endereza”. El gozo y la felicidad del ser humano no lo puede ofrecer el mundo porque no depende de lo material, natural  sino es espiritual. El hombre natural tiene un vacio espiritual que no entiende por causa del pecado. “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” (1Co 2:14). 4. Es necesario nacer de nuevo. El ser humano con la ciencia ha logrado descubrir y manipular el ADN en la sangre, pero no lograrán ver ni quitar el pecado en la sangre, heredado al nacer, porque es espiritual. “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre [Adán], y por el pecado la muerte,  así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” (Ro  5:12).