524 – Advertencias al jactancioso. Proverbios 27:1

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

524 – Pr 27:1 Advertencias al jactancioso “No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué dará de sí el día.”   Los necios creen que conocen el futuro o que pueden afectar a su resultado, pero el futuro descansa con el Dios soberano. “Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo de Jehová permanecerá.” (Pr 19:21). No sabemos lo que un día puede traer. Esto no prohíbe que nos preparemos para mañana, sino que presumamos del mañana. Lo único que no debemos demorar es reconciliarnos hoy con Dios aceptandolo como nuestro Señor y Salvador.  “El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos.” (Pr 16:9). “El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.” (Sal 33:11).   El jactancioso es: 1. Un soberbio. Se gloria del día de mañana (Pr 27:1a) “No te jactes del día de mañana”. El mañana no es suyo. “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana.Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” (Stg 4:13-17) 2. Un insensato. (Pr 27:1b). “porque no sabes qué dará de sí el día.”  Nos recuerda al rico insensato que prospero mucho y pensó derribar sus graneros y ampliarlos para luego decir “y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.” (Lc 12:19-21). 3. Un orgulloso. (Pr 27:2) “Alábete el extraño, y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos.”  El jactancioso se exalta a si mismo. “Mas el que se gloría, gloríese en el Señor; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.” (2Co 10:17-18). 4. Un envidioso. (Pr 27:3-4) “Pesada es la piedra, y la arena pesa; mas la ira del necio es más pesada que ambas. Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?” “El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos.” (Pr 14:30). Los judios jactanciosos por envidia crucificaron a Jesús. Pilato les dio a escoger entre Barrabás y Jesús. “Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? Porque sabía que por envidia le habían entregado.” (Mt 27:17-18). 5. Un enemigo (Pr 27:5-6) “Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece.” El beso era un símbolo de la amistad y la fraternidad (Gn 45:15; 1Sa 20:41; Lc 15:20). El jactancioso, enemigo oculto, hace burla de dicho símbolo. Nos hace recordar a Judas que con un beso entregó a Jesús. “Mientras Él [Jesús] aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle. Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?” (Lc 22:47-48). 6. Un menospreciador (Pr 27:7) “El hombre saciado desprecia el panal de miel; pero al hambriento todo lo amargo es dulce.” En el paralelismo antitético se subraya la distancia entre la persona saciada (¿el rico?) y la hambrienta (¿el pobre?). El dicho popular dice: “donde hay hambre, no hay pan duro… y la mejor salsa del mundo es el hambre... a los pobres, siempre comen con gusto”. Los pobres saborean mejor sus delicias y suelen ser más agradecidos por ellos que el rico. En forma semejante el orgulloso y autosuficiente menosprecia el evangelio; pero los que tienen hambre y sed de justicia, encuentran