521 - Libra a los que peligran de morir. Proverbios 24:11

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

521 – Pr 24:11 Libra a los que peligran de morir. “Libra a los que son llevados a la muerte; salva a los que están en peligro de muerte.”   Si un hombre sabe que su prójimo está en peligro por cualquier procedimiento injusto, está obligado a hacer todo lo que pueda para librarlo. ¿Y qué es soportar que perezcan almas inmortales cuando nuestras convicciones y ejemplo pueden ser los medios de impedirlo? Con fervor evangélico se presenta aquí nuestra obligación de rescatar al ignorante que va hacia la destrucción. Dios no aceptará nuestras excusas. “El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio.” (Pr 11:30). 1. ¿Cómo podemos salvar al prójimo de la muerte? (Pr 24:11) “Libra a los que son llevados a la muerte; salva a los que están en peligro de muerte.” Podemos ayudar: S1. Con nuestro testimonio. El peligro aquí puede proceder de un trato injusto o de violencia. La liberación puede ser bien por dar un verdadero testimonio a favor de ellos, proporcionando lo que necesitan para sobrevivir, bien rescatándolos de un curso fatal.  “Defended al débil y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso. Librad al afligido y al necesitado; libradlo de mano de los impíos.” (Sal 82:3-4). “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo.” (Pr 3:27). “Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.” (Ecl 5:8). S2. Ayudando a los que están en situación de extrema urgencia donde se enfrenta la muerte. Nos hace recordar la situación del buen samaritano quien fue al auxilio de un hombre víctima de algún ladrón y dejado como muerto. Un experto en la ley queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?  Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Vé, y haz tú lo mismo. (Lc 10:29-37). Aprendemos que el buen samaritano, sin conocer al herido de muerte, dispuso de misericordia ayudando al prójimo con sus bienes, fuerzas, tiempo, y dinero. S3. Ayudando a nuestro hermano en la fe. El Señor dejo este mandamiento para sus discípulos. “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” (Jn 13:34-35). Por lo tanto, debemos seguir el ejemplo de Jesucristo que dio su vida por nosotros para librarnos de la muerte. “En esto hemos conocido el amor, en que Él [Cristo] puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?” (1Jn 3:16-17). S4. Ayudando al que está condenado a muerte eterna. Predicando, amonestando, enseñando la palabra de Dios podemos ayudar a salvar las almas que van camino al infierno por no haber aceptado a Cristo como su Señor y Salvador. “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”