519 - Peligros y consecuencias de la embriaguez. Proverbios 23:29-30

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

519 – Pr 23:29-30  Peligros y consecuencias de la embriaguez. ¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mistura.   Una de las varias consecuencias de no disciplinar a los hijos desde su corta edad es la embriaguez usando el alcohol o uso de las drogas. El consuelo sedante del alcohol y las drogas es solo temporal. El verdadero alivio surge cuando enfrentamos directamente la causa de la angustia y del dolor y nos volvemos a Dios para recibir paz. No se pierda en el alcohol; busque a Dios que te insiste, anima a que hoy le entregues su corazón y andes por sus caminos. “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.” (Pr 23:26). Peligros de la embriaguez. La Biblia alerta acerca de los peligros del vino. Disminuye la capacidad de control “Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos” (Pr 4:17). Destruye la eficiencia de una persona “Hombre necesitado será el que ama el deleite, y el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.” (Pr 21:17). La embriaguez puede ser comprensible entre moribundos y con gran dolor, pero es inexcusable para los líderes nacionales. El alcohol nubla la mente y puede llevar a la injusticia y a malas decisiones. Los líderes tienen cosas mejores que hacer que anestesiarse con alcohol. Deteriora los sentidos, limita el juicio cabal. “No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes la sidra; no sea que bebiendo olviden la ley, y perviertan el derecho de todos los afligidos.” (Pr 31:4-5). Hacer del vino un fin en sí mismo, un medio de auto indulgencia o un escape de la vida es usarlo mal y promover las consecuencias de la borrachera. “No estés con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne; porque el bebedor y el comilón empobrecerán, y el sueño hará vestir vestidos rotos.” (Pr 3:20-21). Consecuencias de la embriaguez. (Pr 23:29). ¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? La embriaguez: Hace pelear a los hombres, inlcuso generando problemas en la misma familia. “El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.”(Pr 18:19). Los ebrios se lamentan y lloran por sí intencionalmente. Hace impuros e insolentes a los hombres. La lengua se pone rebelde; el corazón dice cosas contrarias a la razón, la religión y el civismo. Aturde y envilece a los hombres.  “El carbón para brasas, y la leña para el fuego; y el hombre rencilloso para encender contienda.” (Pr  26:21). La respuesta es que todas estas consecuencias son para los que se embriagan. “Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mistura.” (Pr 23:30). “¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende! Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos. Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed. Por eso ensanchó su interior el Seol, y sin medida extendió su boca; y allá descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en él se regocijaba.” (Is 5:11-14).   Más advertencias contra la embriaguez ((Pr 23:31-35). “No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; mas al fin como serpiente morderá, y como áspid dará dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades. Serás como el que yace en medio del mar, o como el que está en la punta de un mastelero. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, mas no lo sentí; cuando despertare,