516 - El poder de Dios sobre los gobernantes. Proverbios 21:1
Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio
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516 – Pr 21:1 El poder de Dios sobre los gobernantes. “Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de Jehová; a todo lo que quiere lo inclina.” En los días del rey Salomón, los reyes poseían autoridad absoluta y con frecuencia se consideraban dioses. Este proverbio muestra que Dios, no los gobernantes terrenales, tiene la autoridad final sobre la política mundial. A pesar de que no se han dado cuenta, los reyes más poderosos de la tierra han estado siempre bajo el control de Dios. “El corazón del rey” significa la voluntad, la mente y el asiento de las decisiones entre otras cosas. Este verso afirma la presencia divina en los pensamientos y las deliberaciones del rey. El profeta “Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.“ (Dn 2:20-21). Veamos algunos ejemplos bíblicos de la autoridad de Dios sobre los gobernantes. 1. Faraón, rey de Egipto. José, hijo de Jacob, por el poder de Dios hayo gracia delante del Faraón para ser el primer ministro de Egipto y ayudar a que creciera la nación de Israel de 70 miembros a casi 2 millones (Ex 12:37). Luego de la muerte de Jacob los hermanos de José, por el maltrato que le habían dado, tenían temor “Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.” (Gn 50:19-20). 2. Tiglat Piliser, rey del imperio Asirio. Rey asirio usado por Dios para castigar a las naciones enemigas de Él, y a las diez tribus del norte por su idolatria. “Oh Asiria, vara y báculo de mi furor, en su mano he puesto mi ira. Le mandaré contra una nación pérfida, y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles.” (Is 10:5-7). 3. Nabucodonosor, rey del imperio babilónico. Nabucodonosor fue usado por Dios para castigar al pueblo rebelde de Judá y llevarlo cautivo 70 años a Babilonia. Nabucodonosor se enorgullece y es castigado, humillado por Dios. Luego de siete años de castigo reconoce la soberanía de Dios, finaliza su castigo y declara:”Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? … Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.” (Dn 4:34-35,37). 4. Ciro, rey del imperio Medo - Persa. Dios llama a Ciro: EL justo, mi pastor, mi ungido, varón de mi consejo (Is 41:2; 44:28; 45:1; 46:11). Fue responsable del decreto de liberación de los judíos, cautivos 70 años en Babilonia, para que regresaran a Jerusalén. Según el historiador Josefo, Ciro reconoce al Dios verdadero al conocer la profecía de Is 45 y decreta: “Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en Jerusalén.” (Esd 1:3). 5. Atarjerjes, rey del imperio Medo - Persa. Por el poder de Dios y su autoridad para inclinar el corazón del rey Atarjerjes, el sacerdote Esdras pudo obtener todo lo necesario, para la reconstrucción del templo en Jerusalén. “Y por mí, Artajerjes rey, es dada orden a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda prontamente, hasta cien talentos de plata,