1157 - Jeremías 17-20. El alfarero y la vasija rota. Jer 20:11

Descansando en Dios - En podcast av Francisco Atencio

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1157 – Jer 20:11 - Jeremías 17-20. El alfarero y la vasija rota.Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada.En los capítulos de Jeremías 17-20 conseguimos el octavo y noveno mensaje general de Jeremías. Los siete mensajes anteriores confrontan el pecado y la rebelión del pueblo. Pero, el corto y octavo mensaje en Jer 17:19-27, está centrado en un mandamiento específico de la ley mosaica para mostrar a la nación cuán lejos se había apartado de Dios (Éx 20:8–11). De nuevo hace una oferta de arrepentimiento. La bendición seguiría a la obediencia, pero el castigo, a la desobediencia. El noveno mensaje de Jeremías, con dos parábolas y acontecimientos, forman el clímax de la primera sección de este libro. La parábola del alfarero (Jer 18) demuestra el trato soberano que Dios dio a Judá y fue seguida por la rotura simbólica de una vasija para demostrar el juicio inminente del Señor (Jer 19). Luego Jer 20 es como un puente del libro, relacionado con Jer 19, pero también nos prepara para las cuatro profecías de juicio específicas que siguen. Pablo nos recuerda la soberanía de Dios: “Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?” (Ro 9:20).1. Observancia del sábado (Jer 17:19-27). “Así me ha dicho Jehová: Ve y ponte a la puerta de los hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá, y ponte en todas las puertas de Jerusalén,” (Jer 17:19). El mensaje que debía dar Jeremías era: santificad el día de reposo. (Jer 17:20-24). Cumplir la palabra de Dios les traería bendición. Pero, si no obedecían, Dios con fuego de juicio consumiría los palacios de Jerusalén y sus fortalezas dejando desolada a la ciudad (Jer 49:27). Cristo afirma: “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.” (Jn 14:23).2. El alfarero y la vasija rota (Jer 18 - 20). “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.” (Jer 18:1-4). Jeremías en este noveno mensaje usa parábolas para ilustrar el juicio sobre Judá por el pecado. El mensaje de la casa del alfarero (Jer 18:1-23). El Señor dijo que el alfarero y el barro ilustraban su relación con su pueblo Israel, y les dijo: como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros. Dios prometió que lo bendeciría, pero puesto que seguía en su maldad, se arrepintió del bien que había determinado hacerle (figura literaria: antropopatía) y en su lugar, traería el castigo sobre su pueblo. (Jer 18:10). El castigo de Dios (les mostraría las espaldas) sería desolación, burla, esparcidos a otras naciones, y no tendrían el favor de Dios (su rostro): “Como viento solano los esparciré delante del enemigo; les mostraré las espaldas y no el rostro, en el día de su perdición.” (Jer 18:16-17). El mensaje de juicio por el pecado fue rechazado y conspiraron contra Jeremías para quitarle la vida. (Jer 18:18-23).